La Cámara de Diputados aprobó, con 358 votos a favor y dos en contra, reformas que impondrán seis meses y hasta dos años de cárcel a quienes sacrifiquen a animales para consumo humano, sin aplicar los procedimientos adecuados que eviten el sufrir de los especímenes.
En el debate, legisladores del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) señalaron que la intención de los cambios en cuestión fue buena, pero la norma aprobada está mal hecha, ya que incurre en excesos en la aplicación de la justicia y dará paso a situaciones absurdas como la tipificación del “gallinicidio” o la persecución de personas que hayan sacrificado un guajolote o un puerco, sin aturdir, inmovilizar e insensibilizar al ejemplar.
“Vamos a tener ciudadanos que van a ser sujetos a proceso por gallinicidio, si se le ocurre matar a cinco o diez gallinas sin aplicar un procedimiento de insensibilización o aturdimiento, actualizará este tipo penal: gallinicidio. Si asesina a una vaca o sacrifica una vaca en función de su necesidad, igualmente va a pasar”, recalcó el diputado Juan Romero.
Los cambios a la Ley Federal de Sanidad Animal que serán enviados al Senado de la República para su análisis y eventual aprobación, indican que quienes no cumplan los protocolos señalados, no solo podrían ir a prisión hasta por dos años, sino que deberán pagar multas de hasta tres mil veces la Unidad de Medida y Actualización (UMA).
Establecen que el sacrificio de animales para consumo de las personas tendrá que realizarse en términos humanitarios.
Legisladores de todas las fracciones parlamentarias que votaron a favor, destacaron que los cambios legales favorecerán un mejor trato a los animales para consumo humano, aunado a que evitarán que la calidad de producto obtenido se vea afectada por el estrés y las sustancias tóxicas que secretan los ejemplares al momento de ser sacrificados.
Afirmaron que de acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), cada año son sacrificados siete millones de animales en los rastros del país.
Allí, dijo la diputada de Movimiento Ciudadano (MC), Verónica Delgadillo, son torturados, lastimados y violentados, para después llegar a las mesas de las familias mexicanas.
“Tenemos las grandes desventaja de estar asesinado a los animales ‘a lo bestia’, sin dejar de mencionar lo que les inyectan para alterar su organismo, como las hormonas. Esas prácticas también deben terminarse. Al matar un animal de forma cruel, estamos consumiendo carne de un animal estresado, lleno de adrenalina. A ver, ¿por qué no comen carne de un toro que acaba de correr, o de un gallo de pelea? Es exactamente lo mismo”, exclamó la diputada del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Tania Arguijo.