El titular de la Secretaría de Gobernación (Segob), Miguel Osorio, respondió al ex Presidente Felipe Calderón, al aseverar tajante que México no trabaja para ningún país extranjero, respecto al combate a la inseguridad; aunado a que en el territorio nacional no hay ninguna guerra contra el crimen organizado.
Luego de participar en privado, en la reunión plenaria de la bancada del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en la Cámara de Diputados, el secretario Osorio Chong fue muy claro al señalar que “no estamos trabajando para los Estados Unidos, estamos trabajando para los mexicanos” y para devolverles la seguridad.
Al finalizar una rueda de prensa en la que dio detalles de los temas abordados con los legisladores priístas, como la preparación del país frente a la eventual deportación masiva de migrantes provenientes de Estados Unidos; el tema del mando policial estatal “único” y el aumento a las gasolinas, el funcionario federal fue cuestionado sobre las más recientes declaraciones del ex presidente Calderón Hinojosa.
Alejado de los micrófonos, el responsable de la política interior del país reaccionó directamente a lo declarado por el ex mandatario panista, en cuanto a que México podría reducir su nivel de cooperación en seguridad con la Unión Americana, si no hay acuerdos positivos entre ambas naciones, en el marco del arranque del gobierno del Presidente Donald Trump. Calderón habló de que nuestro país deje de hacer tareas de vigilancia en la frontera e instalación de retenes, a fin de evitar el cruce de drogas por la frontera.
“El trabajo que hacemos primero, es que no hay guerra, como la que inició el ex Presidente; y segundo, no estamos trabajando para Estados Unidos, estamos trabajando para las y los mexicanos. El trabajo que hacemos en materia de seguridad, es para proteger los intereses de México”, indicó.
Debido a la relevancia de sus declaraciones, la prensa le solicitó reiterar su postura, pero ante cámaras y micrófonos, a lo que el funcionario accedió, aunque matizó levemente sus dichos.
“Respecto a la postura de un ex presidente que decía que si no hay acuerdo respecto a nuestras dos naciones, me refiero a Estados Unidos y México, que retiráramos todo el tema de seguridad. Yo quiero decirlo y con toda puntualidad, primero: nosotros no estamos en una guerra como se venía planteando anteriormente, nosotros estamos trabajando por la seguridad de las y los mexicanos”, apuntó.
“Nosotros no estamos trabajando por la seguridad para ayudar a otra nación, estamos trabajando en el tema de la inseguridad, de regresar la tranquilidad a partir de servir a las y los mexicanos, no le estamos haciendo el trabajo a otras naciones. Así que este planteamiento no nos cuadra a nosotros, porque nosotros no tenemos un acuerdo para resolverle los problemas a otras naciones. Nosotros estamos trabajando para devolverle lo que se arrebató a las y los mexicanos hace algún tiempo ya, que es su seguridad y su tranquilidad”, remarcó.
En cuanto a los señalamientos de funcionarios del gobierno de Estados Unidos, respecto a que el muro fronterizo podría pagarse con recursos del narcotráfico, el titular de Gobernación indicó que no queda claro cómo será posible aplicar una medida de ese tipo; aunque, cada nación es libre de definir cómo dispone de los recursos incautados al crimen organizado.
“Déjeme analiza bien lo que ha sido su planteamiento, lo digo con mucha seriedad, no ha quedado claro como es este proceso. Entonces lo que a lo mejor hay que ver es que, lo que están planteando ellos es, ya teniendo estos recursos como los destinan a sus propios objetivos. Por lo pronto, la verdad es que esto que ha comentado, no me ha quedado claro como lo piensan operar”, declaró.
En cuanto a la posible deportación masiva de migrantes, el funcionario aseguró que los flujos migratorios no han cambiado considerablemente con respecto a años anteriores, y en cualquier caso, México está totalmente preparado para recibir a los paisanos que retornarán de manera permanente, sean repatriados o por decisión propia.
El país está listo, refrendó, para dar atención en materia de salud, empleo, desarrollo social, educación y oportunidades, a quienes regresen a sus lugares de origen, si el gobierno norteamericano comienza a aplicar las medidas que el presidente Trump perfiló desde su campaña electoral.