El presidente del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México (TSJCDMX), Edgar Elías Azar, afirmó que el Poder Judicial local está mejor preparado y capacitado, para ser más plural, garantista y sensible a los temas emergentes en materia de administración de justicia.
El magistrado encabezó la ceremonia de entrega de los premios Fiat Iustitia, en conjunto con la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal.
En el acto se reconocieron los fallos de dos magistrados y de dos jueces por la tutela efectiva de derechos fundamentales de las personas.
Elias Azar enfatizó que la dignidad de los ciudadanos no permite prórrogas ni negociaciones.
Destacó que los poderes judiciales no pueden ser pasivos e indiferentes, y agregó que éstos deben asumir el compromiso de promover el progreso de la justiciabilidad de los derechos humanos y la perspectiva de género, acorde con los nuevos retos y paradigmas de constitucionalidad y convencionalidad del sistema de justicia.
“Todos, instituciones, organizaciones de la sociedad civil, academia y la sociedad en su conjunto, estamos obligados jurídicamente a procurar ese objetivo, que no es más pero tampoco es menos.
“Y más aún, nos debe mover un imperativo ético del que todo juzgador debe estar investido. La dignidad de la persona no permite prórrogas ni negociaciones, y en materia de derechos humanos. Por eso es que estamos aquí reunidos Consejo de la Judicatura, el Pleno de Magistrados, para hacer justicia y reconocer el trabajo destacado en esta materia”, apuntó.
Este año, se reconoció a la magistrada Celía Marín Sasaki, de la Quinta Sala Penal, por una sentencia que consideró el desequilibrio de poder al que se enfrentó una mujer en condición de vulnerabilidad que fue víctima de violencia familiar, y en cuya sentencia se tutelaron una serie de derechos durante el proceso.
También al magistrado Eduardo Guerrero Martínez, de la Primera Sala Penal, en el caso de una persona dedicada a la recolección de desechos sólidos, acusado y sentenciado por delitos contra el ambiente, sentencia en la que se tuteló el derecho al trabajo con una visión de protección al ambiente y en la que prevaleció el principio de presunción de inocencia.
Además, a la juez Gloria Ortiz Sánchez, titular del Juzgado Sexto Civil de Proceso Oral, por un fallo en el que resolvió que se un trabajador electricista enfrentaba a su demandante, quien quería obtener un lucro excesivo y desproporcionado, y en la que se atendió el principio de desproporción e igualdad procesal.
Finalmente, se reconoció al juez Jorge Rodríguez Murillo, titular del Juzgado Quinto de Proceso Oral Familiar, que con un fallo dejó subsistente la filiación entre una persona y su hijo, haciendo prevalecer los derechos y obligaciones derivados de esa relación, por encima de los intereses de las partes en el litigio.
Un comité integrado por magistrados y funcionarios especializados tanto del TSJCDMX como de la CDHDF se encargó de evaluar las 83 sentencias inscritas y designar a los ganadores.