A las 17:00 horas, unas 500 personas acompañan a los padres de los 43 normalistas desaparecidos y a los estudiantes de Ayotzinapa, que salen del Ángel de la Independencia al Zócalo, en demanda de la presentación de los jóvenes.
Este 26 de enero, a 28 meses de la desaparición, es un día distinto. A la par de lo padres avanzan inconformes con los efectos de gasolinazo, desde grupos que se niegan a pagar más por tarifas eléctricas, hasta los trabajadores de diferentes gremios cómo los telefonistas o el magisterio disidente.
“Hay muchos problemas en nuestro México pero desgraciadamente lo más doloroso son los 43 alumnos que no hemos podido encontrar”, dijo Mario, padre de Cesar Manuel González Fernández, uno de los jóvenes que fue visto por última vez cuando lo detuvieron policías municipales de Iguala, Guerrero, la madrugada del 27 de septiembre del 2014.
Al avanzar frente a los jóvenes normalistas que gritan “Ayotzi vive, la lucha sigue y sigue”, el abogado Vidulfo Rosales, defensor legal de los padres, reconoció que el nuevo régimen de Donald Trump “para nosotros es muy negativo. Recordemos qué hay amplios sectores de organizaciones de mexicanos allá, hay muchos guerrerenses que sin duda sufrirán y ya no habrá forma que se solidaricen con nosotros porque estarán en una problemática muy específica.
“El gobierno de Barack Obama había tenido una política muy comprometida con las víctimas de derechos humanos. Cuestionaba el tema de la militarización e hizo varios llamamientos a resolver el tema Ayotzinapa. Obama tenía una política pro derechos humanos y eso ya no va a pasar con Trump”, señaló Rosales.
“Estamos preocupados, va a cambiar el panorama para nosotros en Estados Unidos”, dijo el abogado del Centro de Derechos Humanos de la montaña guerrerense, Tlachinollan.
Al borde de las 18:00 horas, poco más de 700 personas se acercan al Anti Monumento a los 43 en Reforma y Bucareli dónde realizarán breve pronunciamiento:”Está movilización concluirá en el Zócalo capitalino.”