AUDIO: Vidulfo Rosales.
Con unos mil seguidores que se fueron sumando a la marcha que salió del Ángel de la Independencia, ya en el Zócalo capitalino, los padres de los normalistas desaparecidos insistieron en la presentación con vida de los 43 normalistas desaparecidos.
Con 43 papalotes blancos lanzados al viento, una de las madres confió con la voz rota que “es mi duro que llegue la noche y no sepas nada de tu hijo, pero aquí sigo esperando a que regrese. Ustedes, no nos ha dejado solos”, gritó a un costado del Palacio Nacional y casi frente a la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Ya en la agenda política del movimiento, respaldada por sindicatos, en especial el magisterio disidente, el abogado Vidulfo Rosales llamó a caminar en “la articulación de los trabajadores, los pobres y los oprimidos; buscamos un plan de lucha único que nos lleve a cambiar este sistema político y económico. Está lucha es desde abajo y a la izquierda”.
Rosales llamó a la protesta para los próximos 25 y 26 de febrero, en un foro de sectores marginados, académicos y estudiantes que se reunirán en la Ciudad de México.
Meliton, familiar de Mauricio Ortega, uno de los jóvenes desaparecidos respaldó la conformación de “un frente único ante estas reformas que tratan de imponer a costa de sangre”.
“Al llegar a 28 meses sin saber del paradero de nuestros hijos vamos a explorar la vía legal y la vía pacífica, pero si estas instituciones no tienen respuesta nosotros no vamos a regresar cómo sin nada ante la desaparición de nuestros hijos de Ayotzinapa. Tarde o temprano los encontraremos, ¿qué tal que están encerrados en algún lugar esperando a que nosotros los rescatemos. Nosotros no los vamos a abandonar”, señaló por su parte el señor Emiliano, papa de Jose Ángel Navarrete.
“Ya no tenemos recursos pero si tenemos dignidad, gracias por habernos alimentado, vestido y dado de comer”, expresó don Emiliano ante los cientos de seguidores que atendieron el mitin en el Zócalo capitalino.
Para los normalistas rurales, “está es una lucha sin fin; algunos la llaman necedad, nosotros lo llamamos esperanza. A 28 meses de que nuestros compañeros fueron atacados por fuerzas del Estado exigimos la presentación con vida de nuestros compañeros”, dijo uno de los normalistas de Ayotzinapa al tomar la palabra.
“Los normalistas rurales van hasta el último rincón del país a llevar educación a las zonas marginadas, por eso ya no quieren más normalistas rurales. En el caso de nuestros compañeros caídos, presos o desaparecidos, su memoria la llevamos en la frente”, finalizaron los jóvenes.