La Academia y la Sociedad Civil también “edificarán un muro abierto e inclusivo en defensa de los intereses nacionales públicos de México”, expresaron exdirectores e integrantes del Centro de Investigaciones sobre América del Norte (CISAN) de la UNAM.
En el foro académico “El arribo de Donald Trump a la Casa Blanca”, realizado en el Auditorio Mario de la Cueva, Alberto Vital, coordinador de Humanidades, convocó a continuar con la resistencia civil práctica en los estudios académicos “con impacto en gente de carne y hueso”.
En su oportunidad, Paz Consuelo Márquez, exdirectora e investigadora de dicho centro, dijo que “la sociedad requiere una coalición civil, además debe encontrar aliados en el mismo Estados Unidos para trabajar conjuntamente: necesitamos de gran unidad nacional”.
Desde el piso 14 de la Torre II de Humanidades, Mónica Verea, también integrante y directora fundadora del CISAN, aclaró que “la construcción del muro beneficia al ‘pollero’, además creará un clima de redadas, irrupciones y hostigamiento a migrantes, que serán instados a volver ‘por su propia voluntad’; el odio puede ser contagioso y legitima conductas sociales impropias: ese es ya el resultado de una pared a lo largo de 3 mil 200 kilómetros de frontera”.
En su oportunidad, Silvia Núñez, directora del CISAN alertó que “Trump, nació en una familia de poder económico, le gusta ser el centro de atención y justo su escenario ahora es el mundo; es un gran actor, cuenta con nula capacidad de argumentación, brinca de un tema a otro y concreta las contradicciones de la sociedad contemporánea”.
José Luis Valdés Ugalde, investigador de dicha instancia universitaria, mencionó que Estados Unidos es hasta nuevo aviso un estado sin cabeza racional.
“¿Tendrá esa nación problemas de ingobernabilidad o falta de gobernanza?, ¿será una lucha interna: el pueblo contra el presidente?, ¿será el momento para México de sacudirse la relación perversa con su vecino?”
Para finalizar, Valdés Ugalde formuló un último cuestionamiento ante la incertidumbre: ¿qué hará el gobierno estadounidense como aislacionista y proteccionista, cuando tan solo el comercio entre los estados fronterizos integra la cuarta economía del mundo?, concluyó.