El titular del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México, Edgar Elías Azar, advirtió ante el presidente de la Corte Suprema de la República Checa, Pavel Sámal, que entre los poderes de la Unión, el judicial es el único que no puede dejarse someter ante incertidumbres generadas por anhelos de poder de algunos y malas decisiones políticas de otros.
En sesión pública del pleno de magistrados, en la que se dio la bienvenida a Sámal, el magistrado Elías Azar alertó sobre los riesgos en el mundo a la libertad reivindicada con la caída del muro de Berlín, y ganada con movimientos como Solidaridad en Polonia; Sublevación en Hungría, y Revolución de terciopelo en la entonces Checoslovaquia.
Recalcó que la historia se repite y las angustias continúan, cuando las palabras “libertad y democracia” se pervierten y se vinculan a actitudes mismas que la democracia no comparte.
“Se han vendido como marca comercial de partidos políticos de extrema derecha nacionalistas o xenófobos, como el Partido de la Libertad en los Países Bajos, el Partido Austriaco de la Libertad, la Liga del Pueblo para la Libertad Italiana y el Partido Republicano estadounidense y en nuestras latitudes mexicanas partidos políticos que en nombre de la libertad de un pueblo, corremos riesgos y corremos malas interpretaciones”, afirmó.
Condenó que la política someta a la justicia, y dijo que cuando esto sucede se perjudica al Estado y a la justicia misma, porque se convierte en simple instrumento de los más poderosos en perjuicio de los que más la necesitan.
Destacó que los peligros inherentes al ideal democrático proceden del hecho de aislar y favorecer exclusivamente a uno de sus elementos, ya sea la libertad individual, a la voluntad popular o al progreso.
Añadió que cuando se abusa de cualquiera, se rompe el vínculo con los demás y escapa todo intento de limitación y de regulación jurídica, y esos elementos se convierten en peligrosos: populismos, ultraliberalismos y mesianismos.
En el acto, en el que se hizo entrega de un reconocimiento al visitante, Elías Azar recordó que Sámal es autor de numerosos libros sobre derecho penal, y que actúa como juez desde 1979.
Durante la sesión, el presidente de la Corte Suprema de la República Checa, Pavel Sámal, pronunció un discurso con el que agradeció el recibimiento del Poder Judicial capitalino, y en el que reconoció que justicia diferida es justicia denegada, al recordar que en su país casos criminales, civiles o comerciales se resuelven, en promedio, en 40 días, pero los relativos a la legislación de insolvencia pueden durar hasta dos años.