La presidenta de la Comisión de la Ciudad de México en la Cámara de Diputados, Cecilia Soto, reconoció que hay retrasos en la redacción de la Constitución de la entidad, la cual debe estar lista el próximo 31 de enero.
Sin embargo, la también integrante de la Asamblea Constituyente, dijo confiar en que ese objetivo se cumplirá sin falta y para ello es preciso privilegiar el diálogo y los acuerdos, porque ninguna fuerza política tiene mayoría en ese órgano parlamentario.
La legisladora del Partido de la Revolución Democrática (PRD) advirtió que si los constituyentes no cumplen la obligación de aprobar el texto constitucional en la fecha pactada, la Cámara de Diputados tendría que reformar la reforma política para la capital y ajustar los plazos establecidos.
Soto González afirmó que el balance “es positivo”, pero la redacción no ha avanzado como se tenía previsto.
Aún así, reiteró que la voluntad política y la generación de acuerdos permitirán contar con un ordenamiento “progresista” en el que la mayoría coincida y “afortunadamente el ambiente entre los constituyentes es muy diferente a cuando entramos”, apuntó.
Señaló que los capitalinos deben tener su propia Constitución en los tiempos establecidos, de lo contrario, sería sumamente que la Cámara de Diputados tuviese que intervenir para ajustar las fechas.
La legisladora reiteró que en torno a la redacción del documento se ha generado un ambiente constructivo y se han tendido puentes que favorecen el acercamiento entre los grupos parlamentarios con representación en el órgano constituyente, aunque es necesario mostrar más flexibilidad para redoblar el paso.
Tras destacar como un logro que en el tema de derechos humanos la votación en la Asamblea Constituyente fue unánime, la perredista insistió en que los consensos son fundamentales para avalar el ordenamiento en la fecha prevista.
Es entendible que en algunos temas los constituyentes pretendan hacer prevalecer sus particulares puntos de vista y atender planteamientos de la ciudadanía; no obstante, el texto en elaboración debe contemplar principios fundamentales, no necesariamente las ideas específicas de determinado grupo político o social, aclaró.
Enfatizó que en la Asamblea ningún grupo parlamentario tiene la mayoría calificada para aprobar el documento, ni siquiera las fuerzas de izquierda o bien, una eventual alianza entre el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido Acción Nacional (PAN).
En esas condiciones, lo pertinente es generar acuerdos y en primera instancia, consagrar los derechos y libertades de la ciudadanía que han hecho posible una “mejor vida” en el territorio capitalino, como el matrimonio igualitario y el derecho a decidir sobre la suspensión legal del embarazo.
“¿Qué va s significar esta Constitución para la Ciudad de México, incluso para el país? Esta Constitución será ejemplo para los demás estados y por eso hay presión, porque si nosotros concedemos un derecho de vanguardia, los otros estados estarían obligados a replicarlos y significará una reflexión hacia dónde debe ir el país”, planteó.