La reciente campaña publicitaria de American Eagle protagonizada por Sydney Sweeney ha generado una intensa controversia en Estados Unidos.
Lo que parecía un anuncio comercial inofensivo se transformó rápidamente en un tema de debate político, cultural y social, al grado de atraer la atención del presidente Donald Trump y de figuras clave del Partido Republicano.
El anuncio de los “genes estupendos” y la reacción en redes
En el anuncio en cuestión, la actriz de 27 años se acerca a una valla publicitaria con su imagen acompañada del eslogan: “Sydney Sweeney tiene genes estupendos”. En un giro humorístico, la actriz tacha la palabra “genes” y la reemplaza por “jeans”, jugando con la homofonía de ambas palabras en inglés.
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Sin embargo, el juego de palabras no fue bien recibido por todos. Usuarios en redes sociales acusaron el mensaje de aludir a ideas relacionadas con la eugenesia, llegando incluso a calificar el spot como “propaganda nazi”. Según el medio Salon, el término “buenos genes” ha sido históricamente utilizado para exaltar ideales raciales como la blancura, la delgadez y la belleza normativa.
Por otro lado, numerosos defensores de la actriz y de la campaña rechazaron esta lectura. Algunos argumentaron que la reacción fue excesiva y atribuida a una narrativa “woke” exagerada. Entre ellos, destacó J.D. Vance, quien ironizó sobre la controversia afirmando que los demócratas verían como “nazis” a quienes consideren atractiva a Sweeney.
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Trump respalda a Sweeney y American Eagle sube en bolsa
El presidente Donald Trump también intervino en el debate, escribiendo en su red Truth Social: “Sydney Sweeney, una republicana registrada, tiene el anuncio más candente que existe”, y celebrando que los jeans “están volando de los estantes”.
American Eagle, por su parte, defendió la campaña señalando que su intención fue enfocarse únicamente en los jeans y no en mensajes ideológicos. A pesar de la polémica, la marca experimentó un aumento de más del 20 por ciento en el valor de sus acciones, lo que analistas atribuyen al impacto mediático de la controversia.
Expertos como Shalini Shankar, profesora de la Universidad Northwestern, consideran que la marca aprovechó el clima político actual para reposicionarse, utilizando lenguaje cuidadosamente calculado. En tanto, la historiadora de moda Emma McClendon y la escritora Alyssa Vingan coincidieron en que la campaña explota tensiones culturales sobre la identidad estadounidense, aunque con una estrategia que podría percibirse como superficial y poco sensible.