La Asamblea Legislativa de El Salvador, controlada por el partido oficialista Nuevas Ideas (NI), ratificó la noche del jueves dos reformas constitucionales de alto impacto: la eliminación del reconocimiento a los diputados del Parlamento Centroamericano (Parlacen) y la apertura legal a la reelección presidencial indefinida.
Ambas reformas fueron impulsadas por el oficialismo tras recibir el aval del presidente Nayib Bukele y ser publicadas en el Diario Oficial. La ratificación contó con 57 votos a favor de los 60 legisladores que integran el órgano legislativo, en su mayoría afines al gobierno.
El Salvador se retira del Parlacen
Una de las reformas modifica el artículo 80 de la Constitución, que reconocía a los diputados del Parlacen como funcionarios de elección popular, y el artículo 133, que les otorgaba iniciativa de ley. Con esta modificación, El Salvador inicia su salida formal del organismo regional.
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La reforma fue aprobada sin debate previo y se justifica en el decreto como una medida de eficiencia. Según el documento, el Parlacen genera “resoluciones sin efectos reales” y representa un “gasto ineficiente”, con un costo anual estimado de 1.7 millones de dólares.
El partido Nuevas Ideas también argumentó que la pertenencia al Parlacen ha sido utilizada como refugio por funcionarios acusados de corrupción, quienes obtienen inmunidad al ser electos.
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Sin embargo, la diputada de oposición Claudia Ortiz, del partido VAMOS, criticó que se haya aprobado la reforma con dispensa de trámite y sin discusión adecuada. “Este procedimiento violenta gravemente el Estado de derecho”, afirmó.
Reforma permite reelección presidencial y elimina segunda vuelta
La segunda reforma aprobada modifica cinco artículos de la Constitución y permite, entre otros cambios, la reelección presidencial indefinida. Además, se elimina la segunda vuelta electoral, por lo que ahora un partido podrá ganar la presidencia sin mayoría absoluta.
También se adelanta el fin del mandato actual de Bukele de 2029 a 2027, para hacer coincidir las elecciones presidenciales y legislativas, y abrir la posibilidad de que el presidente se postule nuevamente para un periodo más largo.
La diputada oficialista Ana Figueroa defendió la reforma como una medida para “darle el poder total al pueblo” y reducir los costos electorales. Por su parte, representantes de los partidos opositores Arena y Vamos denunciaron un intento de perpetuarse en el poder.
Marcela Villatoro (Arena) afirmó que “ha muerto la democracia en el país”, mientras que Claudia Ortiz advirtió que Nuevas Ideas busca evitar la rendición de cuentas y concentrar el poder.
Desde el oficialismo, Xavi Zablah Bukele, presidente de NI, reconoció abiertamente que la reforma busca que Nayib Bukele continúe al frente del país: “Lo digo sin rodeos: el presidente Nayib Bukele es el único que puede llevar a El Salvador hacia donde nuestra población quiere llegar”.
Con información de EFE.