El Comando de África de Estados Unidos (AFRICOM) alertó sobre la creciente presencia de cárteles mexicanos en el continente africano, un fenómeno que consideran emergente y con tendencia a empeorar.
Así lo señaló el teniente general John W. Brennan, subcomandante de AFRICOM, durante una conferencia virtual organizada por el Centro Regional de Medios para África.
La preocupación surge en el contexto de una conversación sobre cooperación en materia de seguridad con países como Angola y Namibia. Aunque actualmente estos territorios no enfrentan amenazas significativas de grupos extremistas, Brennan enfatizó que es fundamental fortalecer su capacidad de respuesta ante riesgos futuros.
Te podría interesar
Narcotráfico y crimen transnacional en expansión
Según Brennan, los cárteles han comenzado a establecer rutas y operaciones desde Sudáfrica y la costa de África Occidental, aprovechando la vulnerabilidad regional para expandir sus redes.
Señaló que el tráfico de drogas no solo tiene como destino Europa, Estados Unidos y Australia, sino que también está generando un mercado interno en países africanos.
Te podría interesar
Aunque no dio nombres específicos de organizaciones criminales, Brennan indicó que la producción y el envío de estupefacientes desde África se ha convertido en un problema en crecimiento, con implicaciones globales.
En este contexto, destacó el caso de Mozambique, donde el apoyo logístico de Washington ha permitido a las autoridades interceptar cargamentos, entre ellos uno reciente valuado en ocho millones de dólares en cocaína.
Estados Unidos refuerza apoyo a países aliados en África
El subcomandante de AFRICOM explicó que uno de los objetivos estratégicos de EE.UU. es mantener a países como Angola y Namibia libres de amenazas como el extremismo violento o el crimen organizado. Para lograrlo, se están implementando programas de entrenamiento militar, ejercicios conjuntos y entrega de equipamiento.
La presencia de cárteles mexicanos en África representa un desafío adicional para la seguridad internacional y confirma que el narcotráfico ya no se limita a una región específica, sino que busca nuevas rutas y territorios para operar.
