El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que reducirá el plazo que había dado al presidente ruso, Vladímir Putin, para poner fin a la guerra en Ucrania.
Durante una intervención pública realizada en Turnberry, Escocia, Trump advirtió que está dispuesto a acortar los 50 días originalmente propuestos, luego de sentirse “muy decepcionado” por la continuación de los ataques rusos.
“He hablado mucho con el presidente Putin. Me llevé muy bien con él. Pensábamos que lo habíamos resuelto en numerosas ocasiones”, declaró Trump. Sin embargo, criticó con firmeza el hecho de que el mandatario ruso haya retomado los bombardeos: “Y entonces Putin sale y empieza a lanzar misiles contra alguna ciudad”.
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Amenaza de sanciones si no hay acuerdo de paz
Trump advirtió a mediados de julio que Rusia tenía 50 días para alcanzar un acuerdo de paz con Ucrania o enfrentaría aranceles secundarios de hasta el 100 % sobre sus exportaciones.
Estas sanciones podrían impactar de forma severa no solo a Rusia, sino también a sus socios comerciales. El republicano ahora señala que reducirá ese periodo porque “ya sabe la respuesta”.
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Esta postura forma parte de una estrategia de presión que busca acelerar una resolución al conflicto, especialmente tras los recientes ataques selectivos entre ambos bandos. Mientras Ucrania denuncia bombardeos a civiles por parte de Moscú, Rusia justifica sus operaciones como ataques dirigidos a infraestructura militar y energética.
Reacción del Kremlin: “Necesitamos tiempo para analizar”
El vocero del Kremlin, Dmitri Peskov, calificó las declaraciones de Trump como “bastante serias”. Reconoció que el mensaje iba dirigido directamente a Putin y afirmó que será necesario analizar a fondo el contenido antes de ofrecer una respuesta oficial. “Y si el presidente Putin lo considera necesario, seguro ofrecerá comentarios”, añadió.
El recorte del plazo anunciado por Trump marca un endurecimiento en su postura hacia Moscú, a pesar de su relación personal con el mandatario ruso durante su administración. La situación refuerza la tensión internacional en torno al conflicto ucraniano y podría elevar la presión económica sobre Rusia si no se logra un acuerdo diplomático en los próximos días.