Migrantes indocumentados recluidos en al menos siete centros de detención del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) han denunciado condiciones inhumanas, incluyendo escasez de alimentos, comidas en mal estado y enfermedades derivadas de la mala nutrición.
La cadena NBC News reportó que varios detenidos y sus abogados aseguran que las raciones son mínimas, a menudo están en mal estado y han causado vómitos, diarrea y pérdida de peso entre los migrantes. “Pasamos hambre todos los días”, afirmó uno de los testimonios recogidos.
Esta situación ocurre en medio de una sobrepoblación sin precedentes en los centros migratorios, impulsada por las políticas del entonces presidente Donald Trump, quien incentivó un aumento en las detenciones de personas indocumentadas. A mediados de junio, el número de detenidos alcanzó los 60,000, casi un 45% más de lo proyectado por el Congreso estadounidense.
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Un exempleado del ICE explicó que los centros no tienen capacidad logística para mantener reservas alimentarias suficientes, ya que la cantidad de detenidos cambia drásticamente en poco tiempo.
Visita legislativa y críticas a condiciones extremas
En paralelo, legisladores demócratas de Florida visitaron el centro de detención apodado “Alligator Alcatraz”, inaugurado el 1 de julio por orden de Trump. Según CBS News, los congresistas no pudieron tomar fotos ni interactuar con los detenidos, pero calificaron las condiciones como “espantosas”, señalando la falta de agua potable, las altas temperaturas y la precariedad alimentaria.
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La congresista Debbie Wasserman Schultz fue aún más directa: “Lo que vimos aquí se asemeja a un campo de concentración”.
Las autoridades federales y del estado de Florida han rechazado estas acusaciones. Tricia McLaughlin, portavoz del Departamento de Seguridad Nacional, afirmó que “todos los detenidos reciben comidas adecuadas y atención médica”, mientras que Stephanie Hartman, de la División de Gestión de Emergencias de Florida, sostuvo que el centro cumple con “todos los estándares federales”.
Sin embargo, las denuncias continúan multiplicándose, y organismos de derechos humanos exigen una investigación independiente sobre las condiciones en los centros de detención migratoria de EE.UU.
