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Gentrificación, la problemática y respuesta de Ámsterdam

Tan solo el año previo a la materialización del Brexit, Ámsterdam vio llegar 160 nuevas empresas internacionales.

Ámsterdam, entre los ganadores del Brexit.
Ámsterdam, entre los ganadores del Brexit.Créditos: EFE
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Nota Gentrificación

Entre las ciudades ganadoras de la salida del Reino Unido de la Unión Europea sobresale Ámsterdam, que se convirtió en uno de los paraísos empresariales más populares.

Tan solo el año previo a la materialización del Brexit, Ámsterdam vio llegar 160 nuevas empresas internacionales.

Ámsterdam es también sumamente popular en el ámbito turístico. Su arquitectura, sus canales, museos y experiencias únicas, como los coffeeshops y el barrio rojo, en donde la prostitución está regulada, convierten a la urbe naranja en un destino único.

Paradójicamente, Ámsterdam está siendo víctima de su propio éxito.

La invasión de expatriados con alto poder adquisitivo, en combinación con la avalancha de turistas, detonó la demanda inmobiliaria y un aumento desenfrenado del costo de las propiedades y las rentas.

Un departamento que en 2015 costaba 270 mil euros hoy está valuado en 600 mil euros.

Lo mismo ocurre con el alquiler. Cada año aumentan los precios en 10% y en la actualidad si se quiere vivir solo en un departamento de la urbe de Ámsterdam, el precio estimado es de dos mil 500 euros, la ciudad más cara de Europa junto con Roma.

Así que el explosivo crecimiento demográfico, la falta de espacios para construir, el aumento de los costes de construcción y la especulación inmobiliaria, están haciendo que Ámsterdam sea una ciudad inalcanzable para quienes buscan una vivienda asequible, afectando principalmente a estudiantes, jóvenes profesionales, familias e incluso a personas con ingresos medios.

Ante esta situación, la autoridad municipal ha venido explorando formas para afrontar la problemática de la gentrificación, principalmente la generada por cuestiones económicas.

Una de ellas tiene que ver con los alojamientos de alquiler de corta duración, un fenómeno que estalló como resultado de la aparición de cientos de plataformas digitales.

Para la autoridad de la capital de Holanda, si bien los turistas traen dinero y dan empleo, son los locales quienes sufren regularmente de las molestias del turismo de masas y el encarecimiento de la propiedad.

De allí que desde 2014, la alcaldía ha venido trabajando para regular esta actividad y hacer que deje ser un atractivo negocio para especuladores, inversionistas y la gente con mayor poder adquisitivo.

Primero introdujo el criterio de notificar, autorizar y registrar a todos los que ofrecen una vivienda con fines de alquiler de corta duración.

Después puso tope a los días que se puede rentar a turistas. Primero fueron 60 noches como máximo, después bajó a 30 noches, en la actualidad.

Para abril de 2026, en el centro y ciertos vecindarios, el tope será de solo 15 noches.

Se trata de un proceso de disminución gradual y que parece que se dirige a eliminar este tipo de servicios con el objetivo de aliviar un poco la presión sobre Ámsterdam, en donde hay falta de vivienda asequible, los precios son demasiado altos y aquellas propiedades que son puestas en venta o en alquiler ven escalar su costo de manera galopante por la gran demanda.