El Senado de Estados Unidos aprobó el sábado abrir el debate formal del polémico presupuesto del presidente Donald Trump, conocido como el "grande y hermoso proyecto de ley" o Big, Beautiful Bill. Con 51 votos a favor y 49 en contra, el plan avanza en la Cámara Alta tras intensas negociaciones dentro del Partido Republicano y con la firme oposición demócrata.
Este proyecto, que contempla recortes de impuestos por alrededor de 4,2 billones de dólares, revive y amplía medidas fiscales impulsadas durante el primer mandato de Trump (2017-2021), y busca consolidar su sello económico en este nuevo periodo presidencial.
Un plan fiscal con recortes históricos y fuertes críticas
El proyecto aprobado el 22 de mayo por la Cámara de Representantes y que ahora discute el Senado prevé significativos recortes en programas sociales, entre ellos Medicaid y los cupones de comida, al mismo tiempo que incrementa el gasto en defensa y control migratorio.
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Los recortes de impuestos que se discuten representan 4,2 billones de dólares y no se compensarían con las reducciones presupuestales previstas, según el Comité para un Presupuesto Federal Responsable (CRFB, por sus siglas en inglés). La Oficina Presupuestaria del Congreso calcula que este paquete aumentaría la deuda pública en 2,4 billones de dólares en la próxima década.
Mientras tanto, algunos senadores republicanos han mostrado su preocupación por el impacto fiscal y los recortes a programas que consideran esenciales. Sin embargo, Trump ha intensificado en los últimos días su cabildeo para asegurar el respaldo necesario y lograr la firma de la ley el próximo 4 de julio, Día de la Independencia, un gesto simbólico clave para su administración.
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La lectura forzada y las tensiones en el Senado
Aunque el debate ya comenzó, la aprobación definitiva podría demorarse hasta la tarde del domingo. El líder de los demócratas en el Senado, Chuck Schumer, obligó a leer por completo el documento de 940 páginas antes de cualquier votación final.
"Voy a forzar a esta cámara a leerlo, de principio a fin", declaró Schumer tras el inicio oficial del debate, una estrategia para retrasar la votación y subrayar la complejidad y las consecuencias del proyecto.
Aun con la mayoría republicana (53 de 100 escaños), el margen de maniobra es reducido, pues no pueden perder más de tres votos para asegurar la aprobación.
Trump defiende la ley como impulso al empleo y la seguridad
En medio de la controversia, el presidente Trump reiteró este sábado en Truth Social que el país "quiere impuestos reducidos, incluyendo ningún impuesto sobre las propinas, horas extra y la seguridad social, deducciones de intereses en autos, seguridad fronteriza, un Ejército fuerte y una ley que es grandiosa para nuestros campesinos, manufactureros y el empleo general".
Con su característico tono desafiante, Trump ha presentado el proyecto como un pilar para estimular la economía y fortalecer la seguridad nacional, aprovechando el respaldo de su base electoral.
Elon Musk y el sector tecnológico en pie de guerra
El debate se intensificó horas antes de la votación al filtrarse el borrador final, que incluye recortes adicionales a incentivos fiscales para energías renovables, autos eléctricos y otras iniciativas ambientales.
El empresario Elon Musk fue uno de los críticos más sonoros, acusando al Senado de "destruir millones de empleos". En su cuenta de X (antes Twitter), Musk compartió un cálculo de Jesse Jenkins, profesor de Princeton, advirtiendo que el plan "matará cientos de miles de millones de dólares de inversión en energía y manufactura, elevará la contaminación y reducirá la capacidad de competir con China".
¿Qué sigue?
Aunque el plan aún enfrenta incertidumbre, Trump confía en firmar la ley antes del 4 de julio. Si logra pasar el Senado este fin de semana, representaría una de las victorias políticas más significativas de su segundo mandato, consolidando su visión económica de recortes fiscales agresivos y mayor gasto en seguridad.
Mientras tanto, el país sigue dividido: por un lado, quienes ven la propuesta como un motor de crecimiento; por otro, quienes temen un golpe a los sectores más vulnerables y al futuro ambiental de Estados Unidos.
