Guió la barca de Pedro con ejemplar firmeza durante casi 26 años. Era de Roma y mostró extraordinarias habilidades para el gobierno y el manejo de las relaciones internacionales con otros Estados. Así fue el Papa del que ahora Robert Francis Prevost eligió su nombre León XIV como el nuevo Santo Padre de la Iglesia Católica.
Luego del icónico “Habemus Papam” pronunciado este jueves 8 de mayo, Robert Francis Prevost decidió asumir el nombre de Papa León XIV en honor a Vincenzo Gioacchino Pecci, quien aquí te decimos quién fue y todo lo que hizo por la Iglesia Católica durante su pontificado.
León XIII, un Papa proveniente de una familia humilde
Vincenzo Gioacchino Pecci, de quien tomó el nombre Robert Francis Prevost como nuevo Papa, el sexto hijo de una familia humilde, nació el 2 de marzo de 1810 en la ciudad de Carpineto, al sur de Roma, hasta ordenarse sacerdote en 1837 e integrarse al servicio papal, donde como gobernador fue enviado primero a Benevento (1838-41) y luego a Perugia (1841-43). Su profunda preocupación social le llevó, entre otras iniciativas, a crear un banco para ayudar a los pobres.
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En 1843 fue consagrado obispo y en 1877 fue nombrado camarlengo, para finalmente ser elegido Papa el 20 de febrero de 1878 con el nombre de León XIII, tras un cónclave de tres días, que a más de uno sugería que el suyo sería un pontificado breve por su precaria salud. Pero no fue así, pues durante casi 26 años hizo resonar más de una vez la firme voz de la Iglesia en todo el mundo en defensa de sus hijos, especialmente los más débiles e indefensos.
El legado de León XIII
Como León XIII llegó a ser conocido como el primer Papa de las encíclicas, de las que la más conocida es la Rerum novarum, promulgada el 15 de mayo de 1891 y con la que inició una nueva etapa conocida como Magisterio Social Pontificio, en la que advirtió claramente de los peligros que traerían para el mismo hombre las nuevas concepciones políticas, sociales y económicas que no tomaban en cuenta a la persona humana.
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Su gran empeño por favorecer la unidad entre la fe y el pensamiento llevó a León XIII a darle un nuevo impulso a la doctrina de Santo Tomás de Aquino, tomándolo como modelo para los estudios filosóficos y teológicos con la finalidad de reunir a quienes se habían separado de la Iglesia. La actitud que mostró frente a las diversas ciencias fue la de un vivo interés y deseo de que se llegase siempre al conocimiento de la verdad, tanto que incluso abrió las puertas del Archivo Vaticano en 1883, dando amplias facilidades para la investigación histórica. Murió a los casi 94 años, el 20 de julio de 1903, luego de dejar un valiosísimo legado a sus hijos y a la humanidad entera.