La elección de un nuevo papa es uno de los eventos más importantes y enigmáticos dentro del Vaticano. Aunque hoy en día suelen resolverse en pocos días, a lo largo de la historia algunos cónclaves han durado años… y otros, solo unas horas. Aquí te contamos cuáles han sido los extremos en duración dentro de estos procesos.
El término cónclave proviene del latín cum clave (“con llave”), y hace referencia al encierro estricto al que son sometidos los cardenales para elegir al nuevo pontífice. Sin embargo, no siempre fue así: estas medidas surgieron precisamente a raíz de uno de los cónclaves más problemáticos jamás registrados.
El cónclave más largo: casi tres años de encierro
El cónclave más extenso de la historia comenzó el 29 de noviembre de 1268 y concluyó hasta el 1 de septiembre de 1271. Se llevó a cabo en Viterbo, Italia, tras la muerte del Papa Clemente IV. Durante mil 6 días, los cardenales no lograron llegar a un consenso debido a divisiones internas entre las facciones francesa e italiana.
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La desesperación fue tal que los propios ciudadanos de Viterbo decidieron intervenir: encerraron a los cardenales, redujeron su comida a pan y agua, y removieron el techo del edificio para presionarlos. Finalmente, se eligió a Gregorio X, quien tras su nombramiento instauró reglas para que los futuros cónclaves no se prolongaran tanto.
El cónclave más corto: menos de medio día
En el otro extremo, el cónclave más breve ocurrió en octubre de 1503, tras la muerte del Papa Pío III, quien solo había gobernado durante 26 días. En apenas 10 horas, los cardenales eligieron por unanimidad a Giuliano della Rovere, quien asumió el nombre de Julio II.
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La rapidez se debió a su gran influencia política y eclesiástica, además de la urgencia por restaurar el orden en un periodo de guerras y tensiones dentro de Italia.
Estos dos casos históricos muestran cómo los cónclaves papales han estado profundamente marcados por las circunstancias políticas y sociales de su época. Mientras que uno duró casi tres años y dio origen al encierro moderno, el otro resolvió en horas una de las transiciones más rápidas del trono de San Pedro.