Donald Trump regresó a la Casa Blanca en enero de 2025 tras su reelección, pero las miradas dentro del Partido Republicano ya están puestas en las elecciones presidenciales de 2028. A pesar de que el actual mandatario domina el escenario político conservador, comienzan a surgir nombres que podrían tomar la batuta en la próxima contienda.
A principios de mayo, el propio Trump dejó entrever sus preferencias al mencionar a su vicepresidente, J.D. Vance, y al secretario de Estado, Marco Rubio, como posibles cartas presidenciales.
El portal The Hill y otros medios especializados han recopilado los nombres que suenan con más fuerza dentro del movimiento republicano, incluidos aliados leales, exrivales reconciliados y perfiles con potencial para ampliar el voto del GOP más allá de su núcleo duro.
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¿Quiénes suenan como posibles sucesores?
- J.D. Vance, actual vicepresidente, ha sido señalado como el heredero natural por su cercanía con Trump, aunque él mismo ha aclarado que no da nada por hecho.
- Marco Rubio, secretario de Estado y asesor de Seguridad Nacional, ha ganado influencia dentro del gabinete, aunque su historial de choques con Trump aún genera escepticismo en la base MAGA.
- Donald Trump Jr., hijo del presidente, insinuó una posible postulación en el futuro, pero posteriormente negó estar interesado.
- Ron DeSantis, gobernador de Florida, ha reconstruido su relación con Trump tras su derrota en las primarias de 2024 y mantiene una agenda alineada con la Casa Blanca.
- Glenn Youngkin, gobernador de Virginia, es considerado una figura moderada con potencial para conquistar estados tradicionalmente demócratas.
- Kristi Noem, secretaria de Seguridad Nacional y exgobernadora, se mantiene como una de las aliadas más fieles a Trump y es parte clave de su política migratoria.
Aunque Trump no ha designado formalmente a un sucesor, su influencia determinará en buena medida quién se perfila con mayor fuerza para 2028. Su base política, sus decisiones dentro del gabinete y los resultados de su segundo mandato jugarán un papel central en la próxima carrera presidencial republicana.
Por ahora, las cartas están sobre la mesa y la competencia por liderar el Partido Republicano en la era post-Trump ya ha comenzado, aunque aún sin movimientos oficiales. Los próximos meses serán clave para ver quién logra consolidarse como el nuevo rostro del GOP.