Durante un encuentro privado con los cardenales que lo eligieron como líder de la Iglesia católica, el papa León XIV compartió finalmente el motivo detrás del nombre que adoptó como pontífice.
Según explicó, eligió llamarse León XIV en honor al papa León XIII, quien marcó un parteaguas en la historia eclesiástica con su famosa Encíclica Rerum novarum, dedicada a las problemáticas sociales durante la primera revolución industrial.
¿Por qué el papa León XIV eligió ese nombre?
La elección del nombre papa León XIV no fue casual. Él mismo señaló que quiso rendir homenaje a un pontífice que supo dialogar con los retos de su época y que dejó un legado profundo en la doctrina social de la Iglesia.
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En su discurso, también reiteró su compromiso con las enseñanzas del Concilio Vaticano II y con la línea de acción marcada por Francisco, a quien describió como un ejemplo de humildad, servicio y amor por los más vulnerables.
Este primer acercamiento del nuevo papa con sus colaboradores más cercanos tuvo lugar en el Vaticano y fue informado por la Santa Sede mediante un comunicado.
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El nuevo papa escucha propuestas de los cardenales
En la reunión, León XIV también escuchó sugerencias y propuestas de los cardenales, muchas de ellas formuladas desde los días previos al cónclave.
El pontífice reconoció que estos días han sido especialmente difíciles por el fallecimiento de su antecesor, y calificó su nuevo papel como “un yugo que supera las fuerzas de cualquier hombre”.
Además de referirse a su nombre, el pontífice reflexionó sobre los desafíos actuales para la Iglesia, como la inteligencia artificial, el respeto por la dignidad humana, la justicia social y el trabajo digno.
En su visión, estos temas representan una nueva revolución industrial que exige respuestas firmes desde la fe y la doctrina social.
En palabras del nuevo papa, “la herencia de Francisco y la enseñanza de León XIII son dos pilares” para caminar hacia una Iglesia más abierta, solidaria y comprometida con el mundo contemporáneo.
Con esta declaración, el papa León XIV dejó claro que su nombre representa no solo una elección simbólica, sino un rumbo claro para su pontificado. / Con información de EFE