Este Viernes Santo, el mundo católico volvió la mirada al Vaticano, donde la salud del papa Francisco sigue siendo motivo de atención.
A pesar de su recuperación tras una larga hospitalización, el pontífice no participará de forma presencial en los principales actos litúrgicos del día.
El papa, de 88 años, continúa convaleciente debido a problemas respiratorios que lo mantuvieron ingresado en un hospital de Roma durante 38 días.
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Por esta razón, ha reducido drásticamente su agenda y ha delegado los principales ritos de Semana Santa a cardenales de su confianza.
¿Quién llevó la ceremonia en su lugar?
En la basílica de San Pedro, donde se celebró la liturgia de la Pasión del Señor, el encargado de presidir la ceremonia fue el cardenal Claudio Gugerotti. Esta celebración es una de las más solemnes del calendario católico, y la única jornada en la que no se oficia misa.
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Durante la liturgia se leyó el Evangelio de San Juan, seguido de una homilía a cargo del fraile Roberto Pasolini, predicador de la Casa Pontificia. El acto concluyó con la oración universal, la adoración de la Cruz y la comunión.
En primera fila estuvo presente el vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, acompañado por su esposa e hijos. Como parte de su gira oficial por Italia, también se reunirá con el secretario de Estado vaticano, el cardenal Pietro Parolin.
La decisión de delegar nuevamente en otros miembros del clero refuerza la prudencia del Vaticano respecto al estado de salud del pontífice. Aunque se mantiene estable, se busca evitar cualquier esfuerzo físico o exposición prolongada que pueda afectar su recuperación
Tampoco se espera que el pontífice participe esta noche en el tradicional Vía Crucis del Coliseo, como ha ocurrido en los últimos dos años.
Por ahora, la salud del papa Francisco mantiene en pausa sus apariciones públicas, mientras el Vaticano ajusta las celebraciones del Viernes Santo en su ausencia.