El robo de combustible y petróleo crudo, conocido como huachicol, se ha convertido en la principal fuente de ingresos no relacionados con drogas para los cárteles mexicanos, de acuerdo con reportes del Departamento del Tesoro de Estados Unidos.
Las autoridades estadounidenses alertan que esta actividad ilícita genera miles de millones de dólares cada año y fortalece financieramente a las organizaciones criminales.
En un comunicado oficial, el gobierno de Estados Unidos detalló los métodos que estos grupos utilizan para extraer, transportar y comercializar hidrocarburos robados, principalmente de Petróleos Mexicanos (Pemex), lo que ha derivado en un mercado negro transfronterizo de gran escala.
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¿Cómo funcionan las redes de corrupción?
Según las autoridades, los grupos dedicados al huachicol operan mediante diversas prácticas ilegales, entre ellas el soborno a empleados de Pemex, la perforación clandestina de ductos, el hurto en refinerías y el secuestro de camiones cisterna. Además, se documenta que en algunos casos los trabajadores son intimidados o amenazados para facilitar el robo.
El Departamento del Tesoro informó que impondrá sanciones al Cártel de Santa Rosa de Lima (CSRL), al considerar que su actividad ha sido clave para sostener un mercado ilegal de energía que afecta a empresas legítimas de petróleo y gas natural en Estados Unidos.
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Así opera el mercado del huachicol
El combustible robado se comercializa en el mercado negro de México, Estados Unidos y Centroamérica.
En el caso del petróleo crudo, este suele cruzar la frontera norte mediante intermediarios que lo encubren bajo etiquetas como “aceite usado” o materiales peligrosos para evadir controles fiscales y regulatorios.
Una vez en territorio estadounidense, empresas e intermediarios del sector energético lo introducen al mercado con precios inferiores a los oficiales.
De acuerdo con la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), las ganancias regresan finalmente a los cárteles mexicanos.
Huachicol representa una de las mayores amenazas económicas
Autoridades estadounidenses señalan que el huachicol alimenta la violencia y la corrupción en varias regiones del país. Entre los grupos involucrados destacan el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el CSRL, que disputan corredores estratégicos de ductos.
Uno de los principales focos de conflicto es el llamado “Triángulo de las Bermudas”, en Guanajuato, donde se concentran ductos y una refinería de Pemex.
Fuentes oficiales indican que la confrontación entre ambos grupos, iniciada en 2017, provocó un repunte de la violencia y homicidios en la entidad.
El informe concluye que el huachicol representa hoy una de las mayores amenazas económicas y de seguridad para México y Estados Unidos.
