Un escándalo diplomático y legal involucra a Donald Trump, y a un grupo de destacados empresarios suizos. La polémica surge tras revelarse que un reloj Rolex de lujo y una barra de oro grabada fueron entregados al presidente de Estados Unidos, presuntamente para conseguir una reducción significativa en los aranceles a las exportaciones suizas.
El lingote de oro fue valorado en al menos 124 mil dólares, y el reloj Rolex podría alcanzar los 25 mil francos, regalos que superan con creces los límites permitidos para obsequios a funcionarios en Estados Unidos.
La conexión entre el regalo a Trump y la reducción de aranceles a Suiza
La reunión entre Trump y los empresarios, entre los que se encontraban dirigentes de la naviera MSC, la relojera Rolex y la firma de lujo Richemont, fue pactada con el fin de negociar los aranceles que Estados Unidos había fijado en un 39% en agosto, la tasa más alta entre sus socios comerciales occidentales.
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Poco después de que se realizaran los obsequios y se llevara a cabo el encuentro, el Gobierno estadounidense anunció una rebaja de los aranceles a las exportaciones suizas al 15%, igualándolos a los establecidos para la Unión Europea. La coincidencia temporal ha levantado sospechas.
Diputados suizos, como Greta Gysin y Raphael Mahaim, pidieron formalmente a la Fiscalía General que investigue si estos regalos pueden ser considerados un soborno.
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Rolex a Trump superó el valor permitido en un regalo
Este incidente ha suscitado dudas legales tanto en Suiza como en Estados Unidos.
En Suiza, el Código Penal no establece una clara distinción entre un simple regalo y un soborno, dejando la decisión en manos del fiscal. En este sentido, será el fiscal general suizo, Stefan Blätler, quien determinará si abre o no un proceso legal contra los empresarios de Ginebra.
En Estados Unidos, la ley prohíbe que un funcionario público conserve regalos de un gobierno extranjero que superen los 480 dólares, un límite revisado en 2023. Los medios de prensa estadounidenses han recordado que, si bien un presidente puede quedarse con regalos a título privado, no puede haber una conexión directa con una decisión ejecutiva.
No obstante, si el valor es superior al límite, el obsequio debe pasar a ser propiedad del gobierno.
Las críticas que ha generado este episodio reflejan un creciente malestar entre los políticos de izquierda suizos por la opacidad del cabildeo que condujo a la reducción arancelaria de Trump. Por su parte, la Casa Blanca no ha emitido un comentario oficial sobre la solicitud.
