China avanza hacia uno de los proyectos de infraestructura más ambiciosos de su historia: el Bohai Strait Tunnel Project, una megaobra que busca conectar las penínsulas de Liaodong y Shandong mediante un enorme túnel submarino de más de 120 kilómetros.
De concretarse, superaría al Eurotúnel y se convertiría en el túnel submarino más largo del planeta, reduciendo un trayecto de varias horas a tan solo 40 minutos.
¿Cuáles son las características del Bohai Strait Tunnel Project?
El proyecto forma parte de la estrategia nacional para modernizar el transporte y mejorar la conectividad en regiones clave del país.
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Actualmente, viajar entre Dalian y Yantai puede tomar más de seis horas por carretera o ferry; sin embargo, con el nuevo paso subterráneo ese tiempo se reduciría de manera drástica, impulsando el turismo, el comercio y el traslado de mercancías en una de las zonas económicas más dinámicas del territorio chino.
Con una inversión estimada de 220 mil millones de yuanes (aproximadamente 36 mil millones de dólares), el Bohai Strait Tunnel contempla una longitud total de 123 kilómetros, de los cuales cerca de 90 se ubicarán bajo el mar.
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Su diseño prevé tres túneles paralelos: dos destinados al paso de trenes de alta velocidad capaces de alcanzar 250 kilómetros por hora, y un tercero reservado para mantenimiento y operaciones de emergencia.
Un desafío técnico sin precedentes para el túnel
La magnitud técnica del proyecto supone un reto sin precedentes. Construir bajo el lecho marino en una zona con actividad sísmica exige sistemas avanzados de impermeabilización, ventilación y seguridad.
Los ingenieros deberán enfrentar terrenos complejos y profundidades extremas, además de garantizar la estabilidad y operatividad de una estructura sin comparativos a nivel mundial.
A pesar de los desafíos, el gobierno chino considera la obra como una inversión estratégica. Estimaciones preliminares indican que podría generar más de 20 mil millones de yuanes anuales, con lo que sería posible recuperar la inversión en aproximadamente diez años.
Aunque todavía se encuentra en fase de estudios y planeación, las autoridades han reiterado su intención de iniciar las obras dentro de los próximos años. Una vez que la construcción comience, el tiempo estimado de ejecución será de entre 10 y 15 años.
Si se concreta, el Bohai Strait Tunnel no solo transformará la movilidad en China, sino que también se consolidará como una referencia global en ingeniería y soluciones de transporte, reafirmando su papel como una de las construcciones más impactantes de la era moderna. Al final, todas las miradas estarán puestas en este colosal túnel.
