POLÍTICA INTERNACIONAL

Francia en crisis política: exigen la dimisión de Emmanuel Macron, ¿cuál es el motivo?

Mientras tanto, en las filas del oficialismo y del centro-derecha, la crisis también genera tensiones.

La renuncia de Sébastien Lecornu fue el catalizador de esta tormenta política.
La renuncia de Sébastien Lecornu fue el catalizador de esta tormenta política. Créditos: EFE.
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La política francesa atraviesa una de sus semanas más convulsas tras la sorpresiva renuncia de Sébastien Lecornu como primer ministro, apenas 13 horas después de anunciar su gabinete y a solo 27 días de su nombramiento. Este hecho desató una oleada de reacciones desde todos los frentes políticos, tanto de la extrema derecha como de la izquierda radical, que ahora exigen abiertamente la dimisión del presidente Emmanuel Macron o la disolución inmediata de la Asamblea Nacional.

La derecha exige elecciones anticipadas

Casi al mismo tiempo que se hizo pública la dimisión de Lecornu, el presidente del partido ultraderechista Agrupación Nacional (RN), Jordan Bardella, lanzó un llamado directo a Emmanuel Macron para disolver el Parlamento y convocar nuevas elecciones legislativas anticipadas. Esta petición fue respaldada por Marine Le Pen, quien insistió en que el mandatario es el principal responsable de la actual crisis institucional.

“En la configuración actual de la Asamblea Nacional no hay salida posible, ni hoy ni mañana. El bloqueo es total”, aseguró Le Pen, quien acusó a Emmanuel Macron de resistirse “de forma irracional” al funcionamiento democrático de las instituciones, sumiendo al país en un caos institucional sin precedentes.

A través de sus redes sociales, la Agrupación Nacional fue aún más tajante: “¡El macronismo está paralizado! Macron debe elegir: disolución o dimisión, y rápido”. El portavoz del partido, Sébastien Chenu, subrayó el estado crítico del país, denunciando “un Estado en crisis, instituciones paralizadas y un pueblo abandonado”.

La izquierda busca destituir al presidente

Desde el otro extremo del espectro político, Jean-Luc Mélenchon, líder del movimiento La Francia Insumisa (LFI), propuso una moción de destitución contra Emmanuel Macron, respaldada inicialmente por 104 diputados. En sus declaraciones, Mélenchon fue categórico: “Macron es la fuente del caos”.

Además, propuso una reunión urgente entre los partidos de izquierda que integran el Nuevo Frente Popular (NFP), con el fin de discutir una estrategia unificada frente a lo que calificó como una crisis institucional “sin precedentes históricos”.

Marine Tondelier, líder del partido de los Ecologistas, también respaldó esta iniciativa, asegurando que su formación se reuniría con todos sus aliados para definir una postura clara. “Nuestra responsabilidad política es estar a la altura de la historia”, afirmó.

División en el centro y el centro-derecha

Mientras tanto, en las filas del oficialismo y del centro-derecha, la crisis también genera tensiones. El Partido Socialista ha evitado pronunciarse directamente sobre la propuesta de Mélenchon, aunque algunos de sus líderes han comenzado a emitir señales contradictorias. Arthur Delaporte advirtió que una participación de LFI en un eventual gobierno “significaría su censura inmediata”, mientras que Olivier Faure, también socialista, elogió la renuncia de Lecornu como un acto de “dignidad y honor”.

El detonante: la dimisión de Sébastien Lecornu

La renuncia de Sébastien Lecornu fue el catalizador de esta tormenta política. Nombrado primer ministro apenas 27 días antes, su renuncia marcó el final del quinto gobierno en los últimos tres años y medio del segundo mandato de Emmanuel Macron.

Lecornu señaló los “apetitos partidistas” y los “egos desmedidos” como los motivos de su renuncia. Su decisión no solo dejó al gobierno acéfalo, sino que agravó aún más la percepción de un liderazgo presidencial debilitado.

A lo largo de su segundo mandato, Emmanuel Macron ha enfrentado múltiples desafíos: protestas sociales, divisiones parlamentarias, reformas impopulares y, ahora, una parálisis política. La dimisión de Lecornu no solo evidencia la fragilidad del actual gobierno, sino que refuerza las voces que claman por un cambio de rumbo inmediato.

Con información de EFE.