Una semana después del robo en el Museo del Louvre, la Fiscalía francesa confirmó la detención de dos hombres sospechosos de haber participado en el asalto en el que se sustrajeron valiosas joyas de la Corona francesa, valoradas en unos 88 millones de euros.
Los arrestos se realizaron la noche del sábado, aunque la información se filtró a la prensa antes de que las autoridades pudieran confirmarla oficialmente. La fiscal Laure Beccuau lamentó la filtración y advirtió que podría afectar el avance de la investigación.
Joyas restantes del museo Louvre fueron trasladadas al Banco de Francia
Según la Fiscalía, uno de los sospechosos fue capturado en el aeropuerto Charles de Gaulle cuando intentaba huir presuntamente hacia Argelia. El segundo fue detenido en Seine-Saint-Denis, en las afueras de París. Ambos, de unos 30 años, fueron trasladados a la sede de la policía judicial parisina, donde permanecen bajo custodia.
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Las autoridades explicaron que el ADN fue clave para su identificación, ya que en la escena del robo se hallaron rastros biológicos que coincidían con los perfiles de los detenidos, quienes ya tenían antecedentes policiales.
Los dos hombres enfrentan cargos por robo en banda organizada y asociación ilícita con fines delictivos, aunque podrían sumarse otros si se comprueba que participaron en la destrucción o venta de las joyas.
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El ministro del Interior, Laurent Nuñez, felicitó a los investigadores por su labor y aseguró que la búsqueda continuará con la misma determinación. No obstante, hasta el momento no hay rastro del botín, lo que mantiene la preocupación de las autoridades, que temen que las piezas hayan sido sacadas del país.
El robo ocurrió el pasado domingo por la mañana en la Galería Apolo del Louvre, en una operación que duró apenas unos minutos. Aunque el museo reabrió al público el miércoles, esa galería sigue cerrada.
Ante las críticas por la falta de seguridad, parte de las joyas restantes del museo fueron trasladadas al Banco de Francia para su resguardo. No se sabe, aún cuándo podrán volver a exhibirse en el Louvre, que cada año recibe cerca de nueve millones de visitantes y se prepara para una gran reforma de sus instalaciones.