El Departamento de Defensa de Estados Unidos retiró esta semana las credenciales y el acceso a la mayoría de medios nacionales y extranjeros a su sede en el Pentágono, luego de que los periodistas rechazaran las nuevas normas de prensa impuestas por el Gobierno, las cuales consideran un atentado a la libertad de expresión.
Las disposiciones, anunciadas en septiembre por el secretario del ahora rebautizado Departamento de Guerra, Pete Hegseth, establecen severas restricciones al acceso físico de los reporteros, limitaciones al uso de fuentes e incluso posibles sanciones por solicitar información pública sin previa autorización, aunque no se trate de datos clasificados.
Medios nacionales e internacionales entregan credenciales
Grandes medios de comunicación de Estados Unidos, entre ellos The New York Times, The Washington Post, Politico, Reuters, Associated Press y cadenas de televisión como ABC News, CBS News, CNN, NBC News y Fox News, devolvieron sus credenciales este miércoles, último día para aceptar las nuevas normas del Pentágono.
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Según constató la agencia EFE, decenas de reporteros empacaron sus pertenencias y abandonaron sus oficinas dentro del edificio, donde durante décadas habían tenido zonas de trabajo permanentes y acceso a áreas comunes. La agencia española también declinó firmar el documento de 21 páginas con las nuevas reglas y perdió el acceso a su acreditación.
De momento, únicamente el canal por cable conservador One America News ha aceptado los nuevos términos del Departamento de Defensa.
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Asociación de Prensa del Pentágono denuncia intento de censura
La Asociación de Prensa del Pentágono, una de las más antiguas en el país, denunció que las medidas del Departamento de Defensa amenazan la labor periodística y podrían criminalizar el trabajo de quienes cubren temas de seguridad nacional.
“Nos negamos a adherirnos a una política que busca silenciar y controlar el flujo de información”, indicó la organización, que aseguró que continuará informando sobre las actividades del ejército estadounidense desde oficinas externas al Pentágono.
El Departamento de Defensa, la dependencia federal con el mayor presupuesto del país, ha dejado de realizar conferencias semanales y ha reducido la información pública sobre operaciones militares recientes, como los ataques a presuntas narcolanchas en el Caribe.
En medio de las crecientes tensiones entre el Gobierno y la prensa, el Pentágono enfrenta críticas por lo que periodistas y organizaciones de derechos consideran una regresión en la transparencia informativa y un golpe directo a la libertad de expresión en Estados Unidos.
