FUERZA LABORAL

Fábricas sin luces ni obreros: En China, los robots realizan casi todas las tareas de la industria automotriz

Empresarios de distintos sectores coinciden en que las fábricas chinas han alcanzado un grado de automatización que Occidente aún no logra igualar.

La revolución tecnológica china representa una advertencia y un desafío para las automotrices y fabricantes occidentales.
La revolución tecnológica china representa una advertencia y un desafío para las automotrices y fabricantes occidentales.Créditos: envato elements.
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El reciente viaje del director ejecutivo de Ford, Jim Farley, a China dejó una impresión contundente: el nivel de tecnología que manejan las automotrices del gigante asiático es “la cosa más humillante” que ha visto en su carrera.

La automatización que sorprende a Occidente

De acuerdo con un reporte de The Telegraph, varios líderes industriales occidentales han regresado asombrados tras visitar complejos fabriles en China donde los robots realizan casi todas las tareas. Andrew Forrest, fundador del gigante minero Fortescue, relató que sus visitas al país lo convencieron de abandonar sus propios proyectos para fabricar trenes motrices eléctricos.

“Las máquinas salen del piso para ensamblar piezas en lugares donde prácticamente no hay gente”, explicó Forrest. Greg Jackson, director de la empresa británica Octopus, reforzó la idea al describir “fábricas oscuras” en las que los robots trabajan sin necesidad de encender las luces. Solo un pequeño grupo de personas supervisa el correcto funcionamiento de los sistemas.

China, líder mundial en robótica industrial

Las observaciones coinciden con los datos de la Federación Internacional de Robótica, que muestran una transformación sin precedentes. En apenas una década, China pasó de tener 189 mil robots industriales a más de dos millones, y tan solo en el último año instaló 295 mil nuevos equipos. En comparación, Estados Unidos sumó 34 mil y Alemania 27 mil en el mismo periodo.

Esta brecha tecnológica coloca a China en una posición privilegiada dentro de las cadenas globales de suministro y refuerza su papel como potencia industrial. Expertos señalan que esta capacidad no solo impulsa su economía, sino que también le otorga ventajas estratégicas en un escenario de competencia internacional.

“El envejecimiento poblacional reducirá la fuerza laboral, y Pekín busca compensarlo con la automatización. No se trata de márgenes de ganancia, sino de supervivencia económica”; explicó el analista Rian Whitton, de Bismarck Analysis.