Este miércoles se ha confirmado la muerte a los 91 años de la Dra. Jane Goodall, etóloga reconocida por haber sido una ferviente defensora de los animales, y que contribuyó en investigaciones con monos y chimpancés para descubrir parte de la prehistoria del ser humano.
Fue a través de un comunicado que se dio a conocer el deceso de la considerada la mayor experta mundial en chimpancés.
"El Instituto Jane Goodall se ha enterado esta mañana del 1 de octubre que la doctora Jane Goodall (...) ha fallecido debido a causas naturales", escribió el centro homólogo.
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“Los descubrimientos de la Dra. Goodall como etóloga revolucionaron la ciencia, y fue una incansable defensora de la protección y restauración de nuestro mundo natural”.
De acuerdo con los primeros informes, Jane Goodall falleció de causas naturales y se encontraba en California al momento de su muerte.
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La científica, estaba de gira por Estados Unidos, dando conferencias. Su muerte se considera importante para el sector animalista, científico y medioambiental.
¿Quién fue Jane Goodall y por qué se le reconoce como la primatóloga más importante?
Jane Goodall, nacida en Londres el 3 de abril de 1934, es reconocida como una de las científicas más influyentes del último siglo. Pionera en el estudio de los chimpancés en su hábitat natural, dedicó más de seis décadas a observarlos de cerca, revelando conductas y capacidades que hasta entonces permanecían ocultas y que hoy resultan fundamentales para comprender las raíces de la cultura y el comportamiento humanos.
Su vínculo con los animales comenzó en la infancia, en el sur de Inglaterra, pero fue a los 23 años cuando inició la travesía que marcaría su destino: un viaje a África con la misión, inicialmente temporal, de estudiar a los chimpancés en la selva. Lo que parecía una experiencia breve se convirtió en una labor de toda la vida.
Las mejores frases y contribuciones de Jane Goodall
En 1965 obtuvo el doctorado en Etología por la Universidad de Cambridge, y posteriormente regresó al Parque Nacional de Gombe, en Tanzania, donde realizó descubrimientos que revolucionaron la ciencia: los chimpancés consumen carne, fabrican y emplean herramientas, recurren a plantas como medicina, adoptan a las crías huérfanas y transmiten aprendizajes, además de manifestar emociones complejas como afecto, celos o ira.
Goodall no solo compartió estos hallazgos a través de investigaciones académicas, sino que también llevó su conocimiento a un público amplio. Publicó más de veinte libros, entre ellos "En la senda del hombre" (1971), considerada una obra clave del siglo XX, además de decenas de artículos científicos y una veintena de producciones audiovisuales que documentaron su trabajo en África.
En mayo de este año, la animalista llegó a declarar en el Salón de los Espejos en el Ayuntamiento de Málaga que los chimpancés son, como el hombre, "capaces de actos violentos, de brutalidad y de algo parecido a una guerra", pero lo que hace al ser humano "más terrible es su capacidad de tomarse un tiempo para planificar cómo destruir al enemigo".
Jane Goodall no solo descifró aspectos esenciales de la vida de los chimpancés, sino que también nos tendió un espejo para reconocernos en ellos y reflexionar sobre nuestra propia especie.
