El cierre del gobierno de Estados Unidos, un fenómeno que "suena impresionante, por supuesto, como cada año ha sucedido, ya sean demócratas o republicanos los que están en la Casa Blanca", según el analista Fausto Pretelín, vuelve a ser noticia.
En esta ocasión, la administración de Donald Trump se encuentra en el ojo del huracán, con los demócratas adoptando una postura que Pretelín describe como un intento de "subirle la altura a los obstáculos" al presidente.
La estrategia demócrata: presión y asistencialismo
Fausto Pretelín sugiere que la actual postura demócrata es una táctica para "presionarlo para que de alguna manera no salga adelante su presupuesto, no salga adelante su administración en este tema". Los demócratas, según Pretelín, buscan mantener los apoyos implementados durante la pandemia por el presidente Biden, una comparación que el analista considera "totalmente absurdo el comparar 2025 con 2022 o 2021".
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La propuesta demócrata, en la visión del analista, tiene un "enfoque mucho más asistencialista", buscando "seguir ayudando migrantes con temas de salud". Esta estrategia, calificada como "politiquería total allá en Estados Unidos" por el analista, parece estar diseñada para generar un malestar que impacte la administración de Trump.
Trump y el mensaje político detrás del cierre
El hecho de que este tipo de cierres haya ocurrido tanto con Donald Trump en el pasado como ahora, "es una señal de algo", afirmó. Existe un "malestar, evidentemente, por parte de los demócratas", y su objetivo de "frenar y colapsar la administración de Estados Unidos" es un "tema no menor" con "implicaciones muy fuertes".
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Pretelín en entrevista con Manuel López San Martin, percibe un mensaje más político que económico en esta confrontación. Los demócratas, aunque "parece que no están, pero sí están" y "parece que no suman escaños, pero sí suman", se encuentran "muy arrinconados". A un año de las elecciones intermedias, buscan "mandarse mensaje al presidente Donald Trump".
La respuesta de Trump, amenazando con "despedir a burócratas de la administración pública", es una jugada que "sabe muy bien que a los demócratas les duele un poco de que estas decisiones puedan de alguna manera repercutir en el desempleo".
El cierre del gobierno de Estados Unidos, más allá de sus implicaciones administrativas, se revela como un complejo pulso político. La estrategia demócrata, enfocada en el asistencialismo y la presión, busca desafiar la administración de Donald Trump. Este evento, cargado de mensajes políticos y con posibles repercusiones en el empleo, subraya la constante lucha por el poder en la política estadounidense.