Ahora que el conflicto entre Estados Unidos y Colombia parece que ya se calmó, ha puesto sobre la mesa un tema importante que repercute no solo a la economía mundial, sino a la locataria y a las relaciones internacionales.
Recordemos que, las relaciones entre Colombia y Estados Unidos experimentaron este domingo un inesperado giro, cuando el presidente colombiano, Gustavo Petro, rechazó la entrada de aviones con deportados desde EU al considerar que no se garantiza un trato digno, y el presidente Donald Trump respondió con la imposición de aranceles del 25 % a los productos colombianos y sanciones diplomáticas.
¿Qué son los aranceles?
Los aranceles son impuestos que un gobierno impone sobre bienes y servicios importados. En otras palabras, son una especie de "impuesto aduanero" que encarece el precio de los productos extranjeros al entrar en un país. Esta medida se utiliza como herramienta de política comercial para proteger a las industrias nacionales de la competencia internacional.
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Imagina que para entrar a una fiesta debes pagar por traer comida de otro barrio. ¡Eso es un arancel! Es un impuesto a productos importados, pensado para proteger a los productores locales y recaudar dinero. Pero ojo, a veces puede hacer que los productos extranjeros sean más caros.
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¿Cómo funcionan los aranceles?
Cuando un producto es importado, el importador debe pagar un porcentaje adicional sobre el valor del producto, que corresponde al arancel. Este costo adicional se transfiere, en la mayoría de los casos, al consumidor final, lo que hace que los productos importados sean más caros en comparación con los productos nacionales.
Los aranceles sirven para nivelar la competencia entre lo nacional y lo extranjero, incentivando el consumo local. ¿Y a quién benefician? A los empresarios locales que pueden competir en precios y al gobierno, que usa esos ingresos para financiar proyectos (o eso esperamos).
Eso sí, para los consumidores puede significar precios más altos en productos importados. ¡Una medida con pros y contras!
Los impactos de los aranceles y su escala a una guerra comercial
El embajador de Colombia en Washington, Daniel García-Peña, confesó este lunes que la crisis diplomática con EE.UU., atajada a última hora del domingo, estuvo a punto de ser crítica y opinó que una "guerra comercial" hubiese sido terrible para ambos países.
"No llegamos a eso (de romper relaciones), pero estuvimos a punto de una situación muy crítica. La guerra comercial y la amenaza de aranceles hubiera sido terrible no solo para Colombia sino también para Estados Unidos", expresó el diplomático en una entrevista con la emisora Blu Radio.
Por ejemplo, tras este conflicto entre EU y Colombia, el peso colombiano se desplomó un 1.8%, tras la amenaza de aranceles del 25%; catalogado por expertos, la peor caída en las monedas de mercados emergentes.