El papa Francisco compartió en su autobiografía Spera (Esperanza), publicada recientemente, detalles impactantes sobre los desafíos que enfrentó al asumir su papel como líder de la Iglesia católica.
Según revela en el libro, Benedicto XVI, su predecesor, le entregó una caja blanca llena de documentos relacionados con casos graves que involucraban a la Iglesia.
En este encuentro, que ocurrió en Castel Gandolfo poco después de su elección en 2013, su antecesor le explicó que en esa caja se encontraban archivos sobre temas complejos, como abusos, corrupción y malas prácticas.
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Según el testimonio del actual Sumo Pontífice, su predecesor le dejó claro que ya había tomado ciertas medidas y que ahora era su turno de continuar el trabajo.
Aunque Francisco no detalla los casos específicos, afirma que siguió adelante con las acciones necesarias.
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La postura del papa Francisco contra el abuso infantil
Durante una audiencia general en el Vaticano, el papa condenó firmemente el abuso infantil, calificándolo como "un acto atroz" y una grave violación de los mandamientos de Dios.
Además, señaló su preocupación por la explotación laboral de menores, especialmente en sectores como la agricultura y la industria textil.
El pontífice describió situaciones alarmantes, como la esclavitud infantil en la recolección de arándanos en América Latina y el tráfico de menores con fines de explotación sexual.
Subrayó que los niños son las principales víctimas de la pobreza, la precariedad laboral y la marginación social, especialmente en grandes ciudades donde enfrentan riesgos adicionales, como ser utilizados en actividades delictivas.
Llamado a la acción y conciencia social
El papa Francisco hizo un llamado a la sociedad, las instituciones y las empresas a combatir el trabajo infantil y la explotación.
Insistió en la importancia de tomar decisiones conscientes al consumir productos, evitando aquellos que impliquen explotación infantil.
"¿Cómo podemos comer o vestirnos sabiendo que hay niños detrás de esos productos siendo explotados?", cuestionó.
Además, instó a las empresas a redirigir sus inversiones hacia prácticas éticas y animó a los periodistas a exponer estos abusos para crear conciencia.
Según el papa Francisco, este es un paso fundamental para proteger a los niños y construir un mundo más justo y humano. / Con información de EFE y Europa Press