Simulacro 2024: descubre cómo son estos ensayos preventivos en Japón

Japón no solo es reconocido mundialmente por su tecnología sino que también se destaca por sus notables avances en seguridad sísmica. Con más de  mil 500 sismos al año, este país ha desarrollado una impresionante infraestructura para la prevención y respuesta ante terremotos.

A dos días del Simulacro Nacional en México, es oportuno explorar cómo Japón ha perfeccionado sus métodos de preparación y respuesta ante posibles eventos sísmicos, convirtiéndose en un líder en seguridad antisísmica.

Ubicado en una de las zonas más sísmicas del mundo, Japón ha aprendido a convivir con los terremotos. Tras el devastador terremoto de Kanto en 1923, el país implementó estrictas normativas de construcción diseñadas para asegurar que los edificios puedan soportar temblores intensos. En este sentido, la Ley de Normas de Edificación de 1950, actualizada en 1981, establece estándares que priorizan la seguridad de las personas sobre la integridad estructural, garantizando que los edificios no colapsen.

Tecnología de vanguardia y respuesta inmediata

Japón no solo tiene legislación en materia de construcción; también ha desarrollado tecnología avanzada para enfrentar desastres. En 2007, lanzó un sistema de alerta temprana que notifica segundos antes de un terremoto a través de teléfonos móviles, permitiendo a los ciudadanos prepararse y minimizar los daños.

Este sistema, respaldado por una extensa red de sensores, demostró ser crucial para salvar vidas y reducir el impacto de los sismos.

Preparación comunitaria y simulacros regulares

En el país hay simulacros regulares como una práctica estándar para asegurar que cada persona sepa cómo actuar en una emergencia. En este contexto, las comunidades participan en ejercicios de evacuación y los centros de refugio están equipados con suministros esenciales para enfrentar cualquier imprevisto.

Desde una edad temprana, los japoneses aprenden cómo actuar durante un terremoto. Las escuelas realizan simulacros periódicos, enseñando a los niños a protegerse debajo de sus pupitres, proteger la cabeza y mantener la calma. 

Paso a paso de los simulacros nipones

• Alerta inicial: Cuando se detecta un terremoto, el sistema nacional de alertas envía notificaciones a través de teléfonos móviles, televisión y radio. En escuelas y oficinas, suena una alarma específica que marca el inicio del simulacro.
• Refugio inmediato: Los participantes deben buscar refugio bajo mesas, escritorios o estructuras resistentes, protegiendo la cabeza y el cuello con objetos a mano como libros o almohadas.
• Evaluación de seguridad: Después del movimiento inicial, se evalúa si es seguro evacuar el edificio. Esta evaluación se realiza bajo la supervisión de instructores o responsables de seguridad.
• Evacuación ordenada: Si se considera seguro, se procede a la evacuación en fila, sin correr y manteniendo la calma. Los niños se dirigen a zonas de seguridad designadas bajo la guía de sus maestros.
• Punto de reunión y conteo: Una vez fuera, los participantes se reúnen en un punto seguro para realizar un conteo y asegurarse de que todos estén a salvo.
• Comunicación y espera: Se mantiene a la población informada a través de fuentes oficiales. Durante los simulacros, se simula la espera de información adicional sobre réplicas y la evaluación de daños.
• Revisión y retroalimentación: Tras el simulacro, se revisa la ejecución y se proporciona retroalimentación para mejorar la preparación.

 

Innovación en rescate: drones y robots

Además de la educación, Japón integró tecnología avanzada en las operaciones de rescate. Los drones "Tercer ojo" utilizan imágenes térmicas para localizar personas atrapadas, mientras que el robot Quince explora zonas peligrosas para realizar tareas de auxilio. Estas innovaciones permiten una respuesta más rápida y efectiva durante los desastres.