La compañía que gestiona la central nuclear de Fukushima, Tokyo Electric Power Company (TEPCO) ha informado que ya comenzó con la sexta ronda de descarga al mar de agua tratada procedente de la planta, que sufrió un grave accidente nuclear en 2011.
El último vertido se concluyó el pasado 7 de mayo de 2024, donde la central ha liberado 7 mil 800 toneladas de agua procesada, lo que sitúa en 54 mil 600 toneladas la cuantía total de agua vertida desde que comenzaron las operaciones.
El objetivo es disminuir la presión sobre los tanques de almacenamiento de la central y evitar futuros desastres nucleares.
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La descarga de agua tratada inició el 24 de agosto del año pasado, y desde entonces se han vertido 39 mil 000 toneladas en cinco etapas.
Los desechos de Fukushima
Está previsto que la empresa lleve a cabo otras seis rondas de descarga a lo largo de este año fiscal, según ha confirmado en un comunicado en el que ha indicado que el próximo vertido tendrá lugar el próximo mes de junio a pesar de las críticas de los países vecinos y el sector pesquero, entre otros.
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La compañía defiende la importancia de liberar esta agua tratada dado que el riesgo de seguir almacenándola en grandes tanques en la central supone un riesgo mucho mayor en caso de desastre natural. En total, TEPCO ha vertido alrededor de 31 mil 200 toneladas de agua tratada desde que puso en marcha el sistema.
El Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) ha afirmado que la concentración de tritio del agua en cuestión se encuentra por debajo del límite establecido y cumple, por lo tanto, los estándares internacionales.
Polémica por echar los desechos al mar
El Gobierno de Japón ha trasladado una protesta diplomática a Moscú y Pekín por la mención que hicieron los líderes de ambos países al vertido al Pacífico de agua contaminada y depurada de la central de Fukushima, durante la cumbre de la víspera.
En la declaración conjunta acordada durante la reunión que Vladímir Putin y Xi Jinping mantuvieron este jueves en la capital china, los mandatarios señalaron su "seria preocupación" por la descarga de "agua contaminada" de Fukushima y exigieron a Japón que se hiciera cargo de ese líquido de manera responsable.