El exvicepresidente de Ecuador, Jorge Glas, aseguró este jueves que ha sido víctima de torturas desde que fue detenido durante el asalto de la policía ecuatoriana a la Embajada de México en Quito.
Glas fue vicepresidente durante el mandato presidencial de Rafael Correa (2007-2017), y acusa que en su detención del pasado viernes fue torturado.
Este día se realizó una audiencia judicial para evaluar el recurso habea corpus que presentó la defensa del político, misma que solicita que se anule su detención, y sea devuelto a territorio de México o de un tercer país que le dé asilo.
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El hombre participó en la audiencia a través de una videoconferencia, encontrándose en 'La Roca', la cárcel de máxima seguridad de Ecuador.
En la misma, relató haber recibido presuntamente una paliza en la que también asegura que le dislocaron dos dedos de las manos y que luego se los pusieron en su sitio.
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El exvicepresidente ecuatoriano lució desaliñado, además se encuentra en huelga de hambre, según cuenta su abogada Sonia Vera.
Jorge Glas narra su detención en la Embajada de México en Ecuador
Glas relató que los policías le encontraron dentro de la sede diplomática de México después de haber reducido a su jefe encargado, Roberto Canseco, para quien pidió una condecoración del Gobierno mexicano.
"Abro la puerta, me ponen las linternas en la cara y me empujan los fusiles. Me caigo en el asiento y comienzan a gritarme. Yo estaba en pijama y solo dije que me dejen vestirme y coger mis medicinas", contó.
Agregó que también pidió no ser esposado, pero aún así fue arrojado contra la pared, le golpearon la cabeza en contra de ésta, le dieron puntapiés y rodillazos en las caderas; posteriormente lo arrojaron al piso, para inmovilizarlo, momento en que le pisaron el cuello y patearon sus costillas.
Fue en entonces que un enmascarado de negro, que dijo ser el líder de la operación le dislocó un dedo, para que se acordara de él.
"Me esposaron y estaba colgado con las manos hacia atrás, en una clara posición de tortura", señaló.
El político añadió que todo el proceso de tortura se transmitió en vivo, pero no supo quién estaba del otro lado de la cámara.
"El comandante de la Policía, seguramente con el brindis, o quizá el presidente. Hasta que eso se demuestre prefiero pensar que es mentira, porque me avergüenza como ecuatoriano", añadió.
Glas apuntó que lo cargaron esposado con los brazos atrás para causarle más daño y llevarlo "como trofeo de guerra"; de acuerdo con lo recogido por la agencia internacional EFE.
Acerca de su traslado a la Unidad de Flagrancia de Quito, explicó que en el interior del vehículo todo era 'fanfarria', mientras que él se encontraba en el piso, con una bota sobre su cuello, con todo el cuerpo volteado y las manos atrás.
Consideró que el asilo que otorgó el presidente Andrés Manuel López Obrador, es un reconocimiento de que es un perseguido político, título que sostiene para clamar por su inocencia frente a los procesos y codenas penales en su contra.
Jorge Glas tenía una orden de detención para su reingreso a prisión por el caso de la reconstrucción de la provincia de Manabí, que fue la más afectada por el terremoto de 2016, por la que se le acusó de peculado.