Dos de las víctimas del jesuita esloveno Marko Rupnik, conocido por ser el autor de mosaicos en las iglesias de todo el mundo, contaron el pasado miércoles por primera vez y públicamente, los abusos sexuales y psicológicos a las que fueron sometidas, por lo que pidieron "transparencia" en el proceso canónico que se reabrió contra él en el Vaticano.
Se trata de dos monjas que explicaron en rueda de prensa que estiman que otras 20 religiosas de la comunidad de Loyola en Liubliana fueron abusadas por el jesuita y que entorno al caso, se construyó "un muro de silencio" que esperan ahora se pueda romper.
Los abusos de Marko Rupnik
Durante más de una hora, Gloria Branciani, nacida en Roma en 1964, relató con todo detalle y profundamente conmovida que cuando era estudiante de Medicina fue completamente manipulada por Rupnik que consiguió hacer con ella lo que quiso "para que creciese su espiritualidad".
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La mujer contó los abusos sexuales cometidos en el estudio de mosaicos donde trabajaba en Roma, en el coche donde la llevaba por Eslovenia "para que conociese la cultura" o incluso la obligó a relaciones entre tres personas, junto con otra religiosa también captada por el jesuita diciéndole que era "la máxima representación de la Santísima Trinidad".
Brancini describe una situación de total "abuso de conciencia" y que llegó un momento que sólo deseaba morirse, pero que consiguió salir de la comunidad.
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La ex religiosa intentó denunciar todo a su superiora, pero ésta le aconsejó que se callara, al igual que con el padre espiritual de Rupnik que incluso le dijo que debía abandonar la comunidad y denunció que en todo este tiempo nadie le ha creído.
Abuso sexual en la iglesia
Con el tiempo, otra de las religiosas Mirjan Kovac recibió los testimonios de otras de sus compañeras de los abusos durante años de Rupnik y decidió también reaccionar ante los abusos de poder y psicológicos que también sufrió.
Ambas mujeres han sido llamadas a testificar a la Congregación para la Doctrina de la Fe, responsable de los procesos canónicos en materia de abuso sexual de menores o de adultos vulnerables, después de que el papa Francisco decidiera reabrir el caso en octubre de 2023 después de que este se hubiese cerrado en un primer momento sin apenas consecuencias lo que había costado al Vaticano duras críticas por la gestión de este asunto.
Las dos mujeres se presentaron junto a la abogada que les representará en este caso, Laura Sgro, conocida por varios juicios en el Tribunal Vaticano, y que hoy adelantó que "se están evaluando" nuevos pasos judiciales aunque no quiso especificar cuáles ni dónde.
"Hasta ahora la gestión de este caso no ha sido clara y por eso nos hemos expuesto para estimular una mayor transparencia", explicó Gloria Brancini.
Por el momento, se sabe que una diócesis de Eslovenia confirmó que había acogido a Marko Rupnik, después de que fuese expulsado de la Compañía de Jesús, a la que perteneció, por "su obstinada negativa a observar el voto de obediencia". Con información de EFE.