En la cuenta regresiva para las elecciones del 5 de noviembre, tanto Kamala Harris como Donald Trump, van con todo por conseguir los votos necesarios que les den la victoria, en esta ocasión, por los obreros de Michigan, uno de los sectores más codiciados.
Y es que tanto Harris como Trump se encuentran empatados en las encuestas, por lo que ambas campañas comienzan a intensificarse, y estos días el objetivo es la búsqueda del voto obrero en Michigan.
La vicepresidenta arrancó la jornada en la ciudad de Grand Rapids, en el condado de Kent, una zona tradicionalmente conservadora al oeste de Michigan, en la que Trump se impuso en 2016, pero donde el presidente estadounidense, Joe Biden, logró ganar en 2020.
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"Juntos, renovaremos las fábricas existentes, contrataremos mano de obra local y colaboraremos con los sindicatos para crear empleos bien remunerados. Esto incluye empleos que no requieren un título universitario", dijo la candidata demócrata.
¿Por qué es tan importante el voto obrero de Michigan?
Michigan, junto con Pensilvania y Wisconsin, conforman el denominado 'muro azul', llamado así por haber estado dominado durante décadas por los demócratas, pero que Trump logró conquistar en 2016, resquebrajando el voto de parte de la clase trabajadora.
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Es por ello, que conquistar este sector se vuelve relevante, además de que las encuestas muestran un empate técnico entre los dos candidatos en Michigan. Según encuestas de FiveThirtyEight, Harris cuenta con un 47.5 % de respaldo frente al 4.2 % del republicano.
La batalla por este estado, de 8.4 millones de votantes, promete ser reñida: Trump se impuso en 2016 por apenas 11 mil votos, mientras que Biden ganó en 2020 con 155 mil apoyos.
Es por ello que, tanto Kamala Harris y Donald Trump, buscan conquistar el voto obrero en Michigan, el cual podría ser clave para inclinar la balanza hacia el partido demócrata.