ESPAÑA

2023 fue el año más mortífero para la inmigración irregular en España

Una de las rutas más mortíferas de la migración pasa por el Estrecho, donde perdieron la vida 147 personas.

Cada día durante doce meses seguidos, dieciséis personas, más de seis mil en total, han muerto tratando de llegar a las costas españolas.
Cada día durante doce meses seguidos, dieciséis personas, más de seis mil en total, han muerto tratando de llegar a las costas españolas. Créditos: EFE
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Cada día durante doce meses seguidos, dieciséis personas, más de seis mil en total, han muerto tratando de llegar a las costas españolas, unas cifras calificadas de "alarmantes" por los analistas y observadores internacionales, quienes destacan que estos datos lo convierten en el año más mortífero desde que existen registros. 

La mayoría de inmigrantes que tratan de alcanzar suelo español fallecen en el mar, y se concentran en la ruta de las Islas Canarias, en la costa Atlántica: las más de seis mil personas que murieron ahí el pasado año lo hicieron tras haberse embarcado en rústicas y desvencijadas barcas llamadas pateras o cayucos rumbo al archipiélago. 

En 2023 las llegadas de inmigrantes sin documentación a territorio español en las Islas Canarias batieron todos los récord, incluso superando la llamada Crisis de los cayucos de 2006, al contabilizar 40 mil llegadas, según el último balance del Ministerio del Interior de España.

Una de las rutas explotadas por el tráfico ilegal de personas provenientes del continente africano hacia España y que sirve de puerta de entrada a Europa, se desarrolla a través del océano Atlántico proveniente de países como Mauritania, Senegal y Gambia, y está considerada como la región migratoria más letal del mundo, tal y como alertan desde la ONG Caminando Fronteras. 

Otra de las rutas más mortíferas de la migración pasa por el Estrecho, donde perdieron la vida 147 personas, en tanto que en la ruta del Alborán y la ruta argelina perecieron 460 migrantes.

En cuanto al número de tragedias provocadas por el trasiego humano, estas rutas se han cobrado la vida de 363 mujeres y 384 niños, una gran mayoría ahogados o desparecidos junto a las precarias embarcaciones en las que se hacen a la mar en busca de una vida digna y huyendo de la miseria y la guerra que asuelan sus países de origen.

Caminando Fronteras denuncia que los estados "han invisibilizado" con sus políticas a las víctimas y los relatos oficiales "han puesto el foco en los datos de llegadas a los territorios obviando las muertas y desapariciones".

Desde esa perspectiva se critica que el análisis de la situación en las fronteras por parte de las autoridades se haya centrado más en los discursos de control, "permitiendo la difusión de mensajes racistas y xenófobos que incluso han sido promocionados por responsables institucionales".