La agencia Fitch redujo la calificación de la deuda de Estados Unidos al nivel AA+, punto por debajo de la nota más alta. La decisión se basó en el "deterioro fiscal esperado" durante los próximos tres años y la creciente deuda del Gobierno estadounidense.
Fitch mencionó que los estándares de gobierno se han deteriorado en asuntos fiscales y de deuda durante los últimos 20 años, lo que ha afectado la confianza en la gestión fiscal del país.
Fitch se basa en "datos anticuados"
La secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen, criticó la decisión y afirmó que se basa en "datos anticuados". Defendió las políticas económicas de la Administración de Joe Biden y aseguró que su presupuesto reducirá el déficit en más de 2 billones de dólares.
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La portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, también cuestionó la decisión de Fitch y resaltó que el modelo de calificaciones mejoró bajo la presidencia de Biden. Atribuyó los principales riesgos económicos al "extremismo" de los republicanos.
"Desafía a la realidad rebajar la calificación de EU en un momento en que el presidente Biden ha traído la recuperación más fuerte de cualquier gran economía del mundo", dijo.
Limitar el gasto público a cambio de suspender el techo de deuda
Dicha agencia había puesto en observación negativa la calificación crediticia de EU en mayo debido a la incapacidad de demócratas y republicanos para ponerse de acuerdo en elevar el techo de deuda (límite legal al dinero que el país puede pedir prestado).
Al final, la Casa Blanca logró un acuerdo con los republicanos para suspender el techo de deuda hasta 2025 a cambio de limitar el gasto público.
En 2011, una situación similar resultó en la rebaja de la calificación crediticia de EU por parte de la agencia Standard & Poor's desde "AAA" a "AA+".