Uno de cada dos consumidores de tabaco en el mundo muere a causa de una enfermedad provocada por su uso, pues a pesar de que su consumo más común es a través del cigarro, las personas que lo mastican o consumen de otra forma tienen riesgos graves de salud, al igual que las personas que están expuestas a él de manera involuntaria, pues hasta las cantidades mínimas de humo ajeno son tóxicas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) instituyó el Día Mundial Sin Tabaco en 1987 para concientizar a la población sobre los altos riesgos que conlleva el consumo de esta sustancia en cualquier modalidad, pues además de la alta mortalidad que provoca, los sistemas de salud se ven afectados en gran manera por esta problemática.
¿Cuántas personas mueren a causa del tabaco?
De acuerdo con datos de la OMS, cada año mueren 8 millones personas en el mundo a causa del tabaco, de las cuales 7 millones consumen directamente esta sustancia, pero unos 1.2 millones de estas muertes, son de personas que fueron expuestas de manera involuntaria al humo de cigarro, puro u otras variedades del producto.
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Por esto son importantes las políticas gubernamentales que protegen a las personas que no consumen tabaco, pero también las que incitan a no exponerse a los grandes riesgos que implican fumarlo.
Estas políticas son diferentes en cada país, por ejemplo, en Japón sólo se puede fumar en espacios designados dentro de cubículos en las aceras, y en Nueva Zelanda los nacidos a partir de 2009 no podrán comprar cigarros nunca a pesar de ser mayores de edad.
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Asimismo, en México se han puesto en marcha poco a poco las medidas en contra de la promoción del tabaco, pues hace unos años se eliminó el permiso para emitir publicidad en cualquier medio para todos los productos derivados de esta sustancia, mientras que este año se dictó que los cigarros no podrán ser exhibidos en público y deberán ser vendidos en un empaque neutro.
El Día Mundial Sin Tabaco busca ayudar a que cada vez sean menos las personas que comienzan a fumar, pues sólo el 4 por ciento de los adictos a esta sustancia logran dejarla, por lo que se exponen ellos mismos y a su círculo cercano a una muerte prematura por el humo de cigarro.