La Semana Santa es una de las celebraciones más importantes para la comunidad católica alrededor del mundo debido a que se conmemoran las distintas etapas que vivió Jesucristo durante sus últimos días, su viacrucis, crucifixión y resurrección.
La crucifixión de Jesucristo es uno de los pasajes bíblicos que año tras año es recreado en todas partes del mundo, como es el caso de México, en donde los pobladores de una de las alcaldías de su capital llevan a cabo una de las escenificaciones más grandes de la trágica muerte del hijo del Dios católico.
El quinto día de Semana Santa es uno de los más importantes para la comunidad católica ya que se conmemora el viacrucis, crucifixión y muerte de Jesucristo.
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De acuerdo con los relatos bíblicos, el hijo de Dios fue crucificado junto a Dimas y Gestas, dos ladrones que también fueron clavados a una cruz justo a los dos costados de Jesucristo. Algunos textos apócrifos señalan que el primero se arrepintió de sus pecados minutos antes de que perdiera la vida, mientras que el segundo se mofó el descendiente de la Virgen María.
Antes de ser crucificado, el hijo de María y José fue azotado brutalmente, así como también recibió escupitajos y burlas. Le colocaron un manto púrpura, una corona de espinas y una vara de caña para burlarse de él, pues afirmaba ser el Rey de los judíos.
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Según con los pasajes bíblicos, Gestas le dijo a Jesucristo desde la cruz: “Si tú eres el hijo de Dios, sálvate a ti mismo y a nosotros”. Por su parte, Dimas le imploró: “Acuérdate de mí cuando estés en tu reino”, a lo que él respondió: “De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso”.