Hablemos del caso de Stanley Meyer y su ambicioso proyecto de combustible de agua que pudo ponerlo en una situación realmente vulnerable culminado así, con su misteriosa muerte.
Stanley Allen Meyer fue un inventor estadounidense que pudo lograr algo insólito, pues inventó en 1996 un proceso con el cual haría que los motores de combustión interna se funcionaran con agua, a través de un dispositivo que llamó “Water Fuel Cell”.
Es decir que, creó un automóvil que podía recorrer 180 km solamente con un galón de agua, cuyas emisiones serían limpias y sin efectos al medio ambiente.
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Se dice que muchas corcionporaes intentaron ofrecerle una gran fortuna por la patente de su invento, pero el científico se negó.
¿Lo mataron por convertir el agua en gasolina?
El 21 de marzo de 1998, Stanley y su hermano Stephen fueron al restaurante Cracker Barrel para encontrarse con dos importantes inversores.
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Después de tomar un sorbo de jugo de arándanos, Stanly comenzó a sentirse mal y a vomitar. Asustado, pero consciente de la situación, salió rápidamente al estacionamiento del lugar para gritar que lo habían envenenado.
Esas fueron sus últimas palabras tras caer al piso sin pulso. A Stanley lo habían matado, pero ¿quién?
Un informe médico forense indicó que Meyer había fallecido por un aneurisma cerebral, pero su hermano sabía que eso era mentira.
"Stanley era carismático y persuasivo, siempre estábamos construyendo algo", declaró su hermano Stephen para el documental de la BBC titulado "It Runs on Water.
Una semana después de la extraña muerte de Stanely Meyer, se supo que alguien fue a saquear su casa para obtener los planos del vehículo y toda la documentación donde estaba escrita su patente.
El carro a motor de agua jamás volvió a ser visto, y la muerte de Stanley Meyer, el hombre que pudo cambiar al mundo con su invento quedó en una gran y evidente incógnita.