Pablo Escobar es recordado por haber sido uno de lo narcotraficantes más buscados, tanto por autoridades colombianas como estadounidenses. Algunos pasajes de su vida quedaron registrados en la prensa, mientras que otros fueron inmortalizados gracias al ojo del fotógrafo Édgar Jiménez Mendoza, mejor conocido como “El Chino”.
A través del fotolibro “El Chino: La vida del fotógrafo de Pablo Escobar” del periodista colombiano Alfonso Buitrago, se reveló como uno de los amigos más antiguos del exlíder del Cártel de Medellín se convirtió en la persona que registró parte de su vida, cuando era reconocido como uno de los criminales más buscados a nivel mundial.
¿Cómo se conocieron Pablo Escobar y 'El Chino'?
Escobar Gaviria y Jiménez Mendoza se conocieron cuando eran muy jóvenes en el colegio Liceo Antioqueño. La amistad entre el capo y el fotógrafo se dio gracias a Roberto Escobar, hermano del narcotraficante. "El Chino" era uno de los mejores estudiantes, mientras que el exlíder del Cártel de Medellín se saltaba clases para ir al cine.
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El fotógrafo se ganó la confianza del criminal al grado de ser uno de los coordinadores de su campaña al Congreso colombiano en 1982.
Las tomas de “El Chino” llegaron a la prensa internacional gracias a Jon Lee Anderson, reportero de The New Yorker, quien publicó la crónica “Más allá de Pablo Escobar”.
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Sin embargo, la última vez que Jiménez Mendoza se encontró con el capo fue cuando Sebastián Marroquín, hijo de Escobar Gaviria, cumplió 13 años.
A través de 400 páginas, Alfonso Buitrago reunió algunos pasajes del día a día de Pablo Escobar, los cuales registró “El Chino”, quien inició en el mundo de la fotografía a temprana edad retratando a su novia de la juventud, sus compañeros de clase y las jóvenes de Las Palmas, municipio colombiano.