En días pasados Israel había advertido lanzar un asalto terrestre en la Franja de Gaza, controlada por Hamás, tras advertir a los palestinos que viven en este territorio densamente poblado que huyeran hacia el sur, hacia una frontera cerrada con Egipto.
En tanto a la Seguridad Nacional israelí advirtió al grupo militante libanés Hezbolá de que no inicie una guerra en un segundo frente, amenazando con la "destrucción del Líbano" si lo hacía.
Pero Israel prometió aniquilar a Hamás en represalia por los ataques en los que sus combatientes irrumpieron en ciudades israelíes hace una semana, disparando contra civiles y tomando decenas de rehenes en el peor ataque contra civiles de la historia de Israel.
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Muertes por el conflicto
Hasta el momento se conoce que al menos mil 300 personas han fallecido, luego del asalto, el mismo que conmocionó a Israel por las matanzas, las espeluznantes imágenes grabadas con teléfonos móviles y los informes de los servicios médicos y de urgencias sobre las atrocidades cometidas.
En respuesta, los aviones y la artillería israelíes han sometido a Gaza al bombardeo más intenso que jamás haya visto, poniendo al enclave, hogar millones de palestinos, bajo un asedio total.
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Las autoridades de Gaza afirman que más de dos mil 200 personas han muerto, una cuarta parte de ellas niños, y casi 10.000 han resultado heridas. Los equipos de rescate buscaban desesperadamente supervivientes de los ataques aéreos nocturnos.
Miles de palestinos huyeron el sábado del norte de la Franja de Gaza por la ruta del esperado asalto terrestre israelí, mientras Israel bombardeaba la zona con más ataques aéreos y decía que mantenía abiertas dos carreteras para que la gente pudiera escapar.
El presidente de Estados Unidos llamó al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y, aunque reiteró su apoyo "inquebrantable", habló de la coordinación internacional para garantizar que los civiles inocentes tengan acceso a agua, alimentos y atención médica.
De igual forma Joe Biden también habló con el presidente palestino, Mahmoud Abbas, quien subrayó la urgente necesidad de permitir corredores de ayuda humanitaria urgente en Gaza.
El líder de Hamás, Ismail Haniyeh, afirmó que los palestinos "permanecerán en nuestra tierra", a pesar de que, según los informes, un millón de habitantes de Gaza han huido de sus hogares desde que Israel comenzó sus bombardeos.
El ataque sorpresa de Hamás del 7 de octubre sumió a la región en una nueva crisis, mientras los furiosos dirigentes israelíes se preparan para responder con una fuerza aplastante.
"Los soldados y batallones de las Fuerzas de Defensa de Israel están desplegados por todo el país y están aumentando su preparación operativa para las próximas fases de la guerra, haciendo hincapié en importantes operaciones terrestres", declaró el ejército en un comunicado.
Añadió que esto incluiría asaltos aéreos, marítimos y terrestres y abarcaría una "arena de combate ampliada", sin dar más detalles.
Hamás pide a su población no huir
Hamás ha pedido a la población que no se marche y afirma que las carreteras de salida son inseguras. Según indicó, decenas de personas murieron el viernes en ataques contra autos y camiones que transportaban refugiados, aunque Reuters no pudo verificarlo de forma independiente. Israel afirma que Hamás impide la salida de la población para usarla como escudo humano, algo que Hamás niega.
En un barrio de la Ciudad de Gaza que Israel ordenó evacuar, los cazas alcanzaron varias casas con sus bombas, según los residentes.
"Hemos vivido una noche de horror. Israel nos castigó por no querer abandonar nuestra casa. ¿Existe una brutalidad peor que ésta?", dijo por teléfono un padre de tres hijos desde un hospital donde se había refugiado, declinando dar su nombre por temor a represalias.
"Nunca iba a irme, prefiero morir y no marcharme, pero no puedo ver a mi mujer y a mis hijos morir ante mis ojos. Estamos indefensos", señaló.
La Media Luna Roja Palestina dijo que recibió la orden israelí de evacuar el hospital antes de las 16:00 horas, pero que no lo haría porque tenía el deber humanitario de seguir prestando servicios a los enfermos y heridos.