La Alta Comisionada interina de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Nada al Nashif, criticó la "trágica muerte" de una mujer en Irán después de ser detenida por llevar mal puesto el velo y ha reclamado una investigación "imparcial" sobre su fallecimiento, al tiempo que ha condenado la represión de las protestas en el país tras este suceso.
"La trágica muerte de Mahsa Amini y las denuncias de tortura y malos tratos deben ser investigadas de forma rápida, imparcial y efectiva por una autoridad competente e independiente que garantice, en particular, que su familia tiene acceso a la justicia y la verdad", dijo, antes de mostrar su preocupación por la ley que obliga a las mujeres a usar hiyab en espacios públicos.
Detenida por llevar mal el velo
Amini, de 22 años y miembro de la minoría kurda iraní, fue detenida el 13 de septiembre en la capital, Teherán, por vestir de forma inadecuada. La mujer falleció tres días después de caer en coma tras desmayarse en un centro de detención, en medio de denuncias sobre torturas y malos tratos.
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La 'policía de la moral' iraní ha aumentado durante los últimos meses sus patrullas en el país, incluidos casos de arresto y acoso físico y verbal a mujeres que supuestamente llevaban mal puesto el hiyab. La oficina del Alto Comisionado de la ONU recibió vídeos sobre tratos violentos a mujeres, incluidas agresiones, por parte de este organismo.
"Las autoridades deben dejar de acosar y detener a mujeres que no siguen las normas del hiyab", manifestó Al Nashif, que ha pedido la retirada de todas las leyes discriminatorias y las regulaciones que hacen que el velo islámico sea obligatorio en el país.
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ONU condena uso de la fuerza
Por otra parte, condenó el uso "desproporcionado" de la fuerza por parte de las autoridades iraníes para reprimir las manifestaciones de los últimos días, que han tenido su epicentro en el Kurdistán iraní y que se han saldado hasta ahora con al menos cuatro muertos y 75 heridos.
Al Nashir recordó al Gobierno iraní que debe respetar el derecho de manifestación y la libertad de expresión y se ha hecho eco de la preocupación del secretario general de la ONU, António Guterres, sobre la represión a activistas que rechazan la obligatoriedad del velo en Irán.
La Policía de Teherán salió el lunes al paso de la polémica y aseguró que la muerte de Amini ha sido un "incidente desafortunado que deseamos que no se repita", en palabras del comandante de la Policía en Gran Teherán, Sardar Hosein Rahimi, según la agencia de noticias iraní FARS.
Por su parte, el presidente de Irán, Ebrahim Raisi, habló el domingo por teléfono con la familia y les trasladó sus condolencias y les prometió una investigación minuciosa para esclarecer lo ocurrido.