La embajadora de facto de Taiwán en Estados Unidos (EU), Hsiao Bi Khim, dio la bienvenida a nuevas visitas de países "amigos", ante las tensiones generadas tras el viaje de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, a pesar de las alertas del Gobierno chino.
"Estamos muy preocupados por las acciones provocativas, imprudentes e irresponsables de China que son extremadamente peligrosas. Pero, de nuevo, como víctimas de su intimidación, no vamos a salir y decir: 'No queremos amigos. Deja de visitarnos'", ha expresado Hsiao en una entrevista con el medio estadounidense 'The Hill'.
En esta línea, la alta representante de la isla asiática en EU afirmó que el comportamiento agresivo de China en respuesta a las últimas visitas de representantes políticos estadounidenses únicamente acercará a la isla a sus aliados.
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'Necesitamos a EU'
"Cuanto más nos intimidan, más amigos necesitamos", aseguró, antes de argumentar que las acciones del gigante asiático están generando un mayor apoyo internacional a Taiwán. "Son los que están despertando mucha atención y también, irónicamente, están promoviendo una mayor simpatía e interés en visitar Taiwán por parte de la comunidad internacional", sostuvo.
Asimismo, Hsiao afirmó que, "si (las autoridades chinas) creen que las sanciones restringirán" sus relaciones internacionales o que "sofocarán" sus "voces, están equivocados".
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No obstante, la diplomática dejó claro que Taiwán debe estar preparada en caso de que China fortalezca sus defensas. "Queremos la paz y haremos el mayor esfuerzo posible para preservar la paz, la estabilidad y el status quo en la región, pero también tenemos que estar preparados para lo peor y eso es escenarios potencialmente muy peligrosos", remachó la embajadora de facto.
Taiwán justifica visita de funcionarios estadounidenses
Pelosi visitó el 2 y 3 de agosto la isla y argumentó que el viaje se enmarcó dentro de la política de EU. "Es una de las muchas realizadas por delegaciones parlamentarias a Taiwán", sostuvo en un comunicado en el que matizó que el gobierno norteamericano"se opone a cualquier esfuerzo que busque modificar el status quo".
En este sentido, hizo hincapié en que se trataba de un viaje que se enmarcaba en su gira por distintos países del Indo-Pacífico, incluidos Singapur, Malasia, Corea del Sur y Japón, y que se centra en "la seguridad mutua, la cooperación económica y la gobernanza democrática".
El Gobierno chino no tardó en reaccionar y condenó enérgicamente la visita. El Ministerio de Exteriores señaló en un comunicado que la visita emite "señales erróneas a las fuerzas separatistas" de la región, que "buscan la independencia de Taiwán" y aseguró que trasladará a la parte estadounidense "su protesta".
Doce días después de Pelosi, una delegación de congresistas estadounidenses aterrizó en la isla para discutir "las relaciones bilaterales, seguridad regional, comercio, inversión, cambio climático y otros temas de interés mutuo".
Seis buques de guerra chinos
Poco antes del aterrizaje del avión con los congresistas, el Ministerio de Defensa de Taiwán confirmó que seis buques de guerra y al menos 22 aviones de combate chinos se aproximaron a la línea de seguridad marítima del territorio, en lo que se interpreta como la enésima exhibición de fuerza de Pekín.
Concretamente, el Ministerio confirmó que once de los aviones de combate llegaron a atravesar brevemente la mediana que separa el estrecho de Taiwán con su zona de seguridad aérea, antes de dar media vuelta.
Como hace habitualmente, Taiwán respondió declarando una alerta a sus fuerzas y avisando a los aparatos chinos que abandonaran el lugar inmediatamente, según el comunicado del Ministerio, recogido en su cuenta de Twitter.