Artistas de los principales focos del arte urbano del mundo decoraron la calle Kurfürstendamm de Berlín, la cual se destaca por ser arteria comercial de la capital alemana, en una exposición al aire libre que repasa desde este jueves los 50 años de grafitis en Berlín.
La exposición lleva por nombre "All we wrote" (todo lo que escribimos, en español), desde hoy hasta finales del mes de junio, estará el recorrido por la historia de los 50 años de grafitis en Berlín, donde podrás ver desde sus inicios marginales en Nueva York de los años 70 hasta su encumbramiento como arte "cool" y "mainstream" en la era de Instagram.
La exposición se compone por más de treinta artistas de Nueva York, Ámsterdam, Sao Paulo, París y Berlín quienes pintaron obras exclusivas para esta exposición que muestra cómo se cambió esta forma de arte público desde sus inicios vinculados al vandalismo hasta alcanzar el corazón de las grandes metrópolis del mundo.
FINO91 es un artista alemán con más de 30 años de trayectoria que actúa como coordinador del equipo artístico en “All we wrote”, quien afirma que "el grafiti no tiene reglas ni religiones, es libre... Es un arte que nace en la calle, fuera de los escenarios tradicionales del arte, como universidades y academias. Es un arte de chicos pobres como yo, que decidimos lo que es ‘cool’ y creamos nuestras propias reglas", detalló el grafitero.
La obra del grafitero FINO91 sirve de entrada a la exposición, una especie de puerta ubicada en la mediana de la calle frente a los grandes almacenes KaDeWe que simboliza el viaje del grafiti desde sus inicios en Nueva York hasta el corazón de Berlín.
Por otra parte FINO91 remarca que Berlín es uno de los focos del grafiti en el mundo, pues en la capital de Alemania es donde el arte urbano no se persigue, sino que se celebra, pero no teme que aquí se convierta en "mainstream", porque así, recalca, "podemos hacer dinero con ello".
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Dentro de la celebración de los 50 años de grafitis en Berlín, hay figuras que son verdaderos pioneros del arte urbano y que llevan estampando su nombre y sus dibujos en paredes y vagones de tren desde los años 70 y 80.
Linwood Felton, también conocido por el pseudónimo Quik, es uno de los grafiteros que está presente desde el nacimiento de este arte, puesto que lleva pintando "ilegalmente", como apunta el propio artista, cincuenta años.
Lin, como prefiere que le llamen, cuenta que se introdujo en el mundo del grafiti en Nueva York en 1972, aunque matiza que las primeras pintadas que aparecieron en el metro y en los trenes de la metrópolis americana se remontan al año 69.
"Probablemente soy el artista en activo más viejo del género", se reivindica Lin, que puntualiza que el grafiti en el Nueva York de los 70 "no era arte, era vandalismo", detalló.
"En Nueva York, la era hippie había terminado y estábamos todos juntos, no importaba tu raza, tu sexualidad… Todos nos uníamos para hacer esta actividad, que sabíamos que era ilegal, que podíamos ir a la cárcel, que la sociedad nos castigaría, pero era tan 'funky fresh', que se volvía adictiva”, señaló Linwood Felton.
Linwood Felton explica que para él, el grafiti era una forma de reivindicarse a sí mismo y de respuesta contra las normas sociales, "Cuando pasaba el tren y veías un nombre escrito tan grande pensabas: wow, tiene que ser un gigante. Pero pensé, si yo escribo mi nombre muy grande, la gente pensará lo mismo".
El artista piensa que el grafiti ha cambiado mucho desde sus inicios vinculados al vandalismo en las paredes a la estética más perfeccionista y meticulosa de la era de Instagram, una red social que dio un giro al panorama el arte urbano.
Lin reconoce además que se sorprendió al llegar a la celebración de los 50 años de grafitis en Berlín, "de una forma tan respetable, en la calle principal", algo que asegura que ya encontró en Ámsterdam en los 80, cuando se dio cuenta de que allí "valoraban el grafiti de una forma distinta a América".
"No tenemos armas. Nuestra arma es el arte, y aquí podemos utilizarla", añade FINO91. "Nosotros hacemos el mundo mejor, lo pintamos de colores. Solo luchamos contra el cemento", concluye.
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Con información de EFE.