Más de 185 mil menores sufren desnutrición severa en cuatro regiones del sur, el sureste y el suroeste de Etiopía a causa de la devastadora sequía que golpea el Cuerno de África -la peor en las últimas cuatro décadas-, alertó la organización Save the Children.
"En 2022, la crisis en Etiopía ha crecido en complejidad y en escala. En el sur y en el este, la sequía prolongada está devastando vidas y formas de sustento; en el norte, millones de familias desplazadas apenas tienen acceso a comida, servicios de salud (...); y en el suroeste, un conflicto oculto está desplazando a cientos de miles", dijo Xavier Joubert, director para el país de la ONG.
Ayuda humanitaria
Según los últimos datos publicados a principios de junio por la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), más de 7,2 millones de personas en la región Somalí (este), Oromia (centro), Suroeste y la región de las Naciones y Nacionalidades de los Pueblos del Sur (suroeste) necesitan asistencia alimentaria.
En la zona (provincia) de Dawa, en la región Somalí, por ejemplo, los ingresos para tratar desnutrición en los centros de Save the Children aumentaron un 320 % entre septiembre de 2021 y enero de 2022, advirtió la organización.
También en la región Somalí, la tasa de desnutrición en la población aumentó un 64 % en los últimos 12 meses, según la ONG.
25 millones de personas necesitan asistencia en Etiopía
De acuerdo a datos de la ONU, más de 25 millones de personas -lo que equivale a cerca de un cuarto de la población total- necesitan asistencia humanitaria en Etiopía, incluyendo 12 millones de menores.
Asimismo, según un informe publicado este mayo por Save the Children y Oxfam, más de 23 millones de personas se están enfrentando ya a "hambre extrema" en Etiopía, Somalia y Kenia, lo que supone un aumento de más del doble respecto a los 10 millones registrados en el mes de mayo de 2021.
Esta cifra incluye 5,8 millones de menores que sufren "desnutrición aguda" en estos tres países.
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Sequía agrava conflictos
Los efectos de la sequía se han visto agravados por los conflictos en la región y la pandemia de la covid-19.
Además, la invasión rusa de Ucrania no solo ha provocado un aumento en el precio de alimentos, combustibles y otros productos, sino que ha causado una caída de la ayuda internacional después de que muchos donantes hayan recortado su financiación en favor del país europeo.