Las tropas rusas parecen estancadas, pero continúa el asedio en el este de ucrania y, sobre todo, en el frente sur.
Precisamente en la ciudad de Odesa, el objetivo clave del presidente de Rusia, Vladimir Putin, para lograr un corredor entre el Donbas, pasando por la anexionada Crimea y llegando hasta cubrir la salida de Ucrania al mar negro.
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La ciudad de Mariúpol sigue siendo el gran terreno de batalla en el sur del país, donde este jueves, las autoridades ucranianas denunciaron nuevos ataques mientras realizaban labores de rescate de cientos de civiles que habían quedado bajo los escombros de un teatro bombardeado en el que se había señalizado que se encontraban niños.
En medio de una ola de condenas y acusaciones al Kremlin de crímenes de guerra por estos hechos, Rusia negó haber participado en el ataque y acusó por el contrario a las fuerzas ucranianas de ser las responsables y de ser una provocación.
En tanto, las negociaciones para un alto al fuego siguen siendo lentas; los negociadores ucranianos dicen que hay un margen dentro del borrador filtrado a la prensa que implicaría la neutralidad de ucrania respecto a la OTAN y la reducción de su ejército, sin embargo, no están dispuestos a ceder territorio.