Alicia Kearns, que encabeza la delegación británica que se encuentra de visita en Taiwán, aseguró este viernes que el territorio "no está solo" y que tiene derecho, "como cualquier otra democracia", a comprometerse con el diálogo.
Tras un encuentro con la presidenta taiwanesa, Tsai Ing Wen, en pleno aumento de la tensión con China, Kearns resaltó que Taiwán ha pasado de ser una "novata" en materia democrática a convertirse en "una de las democracias más fuertes del mundo".
Mundo avanza al autoritarismo
Así, en la que supone la primera visita de los miembros de la comisión parlamentaria británica a la isla desde 2006, alertó de que el mundo "avanza cada vez más hacia el autoritarismo", por lo que es importante que las "democracias se comprometan con el diálogo a nivel parlamentario".
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"Disfrutamos resultados a un nivel más global y reconocemos y valoramos los valores de nuestros aliados en el Indo-Pacífico", ha apuntado Kearns durante su encuentro con Tsai, a quien ha pedido trabajar juntos, según informaciones del diario 'United Daily News'.
En este sentido, resaltó que Taiwán "tiene amigos" y "no está sola", al tiempo que recordó que el papel de Reino Unido es "apoyar a Taiwán para evitar conflictos", una clara referencia una posible intervención militar china en la zona.
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Taiwán agradece la visita, China la condena
Tsai, por su parte, agradeció la visita, que se produce casi cuatro meses después de que la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, acudiera a la isla en una visita que levantó ampollas. "Los países democráticos deben permanecer unidos incluso ante la expansión del autoritarismo", ha aseverado en una rueda de prensa.
La Embajada de China en Reino Unido no ha tardado en condenar la visita de la delegación británica, la cual ha calificado de "flagrante violación del principio de 'una sola China'".
'Visita británica es una grave interferencia en los asuntos internos'
En un comunicado, un portavoz de la legación diplomática insistió en la "firma postura" de China y señaló que la decisión de acudir a Taiwán supone una "grave interferencia en los asuntos internos del país y manda un mensaje erróneo a las fuerzas separatistas que buscan la independencia de Taiwán".
"Taiwán es parte inalienable del territorio chino y la cuestión taiwanesa es puramente una cuestión interna. El principio de 'una sola China' es una norma reconocida a nivel internacional (...) y es también la base política del establecimiento y desarrollo de las relaciones diplomáticas entre China y Reino Unido", subrayó.
Por ello, ha dicho, el Gobierno chino "pide a Reino Unido mantener su compromiso y detener cualquier acción que viole ese principio en referencia a Taiwán". "Aquellas decisiones por parte de Reino Unido que socaven los intereses de China acarrearán consecuencias", advirtió.