Rusia volvió hoy a atacar Zaporiyia y lo hizo un día después de la explosión que causó daños en el puente de Crimea, en lo que supone un nuevo revés para la frágil logística bélica de Moscú, que transportaba a través de esta infraestructura equipo militar pesado y suministros a las tropas en el sur de Ucrania.
Las Fuerzas Armadas de Rusia lanzaron doce misiles sobre Zaporiyia, en un nuevo ataque contra la infraestructura civil que causó al menos 17 muertos y decenas de heridos, incluidos niños, según los datos de la Policía Nacional y del gobernador de la región sureña, Oleksandr Starukh.
El tercer ataque en diez días
"Zaporiyia de nuevo. Golpes despiadados contra la gente pacífica de nuevo. En edificios residenciales, justo en medio de la noche", dijo el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.
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"Maldad absoluta. Salvajes y terroristas. Desde el que dio esta orden hasta todos los que la cumplieron. Asumirán la responsabilidad con seguridad. Ante la ley y ante las personas", recalcó.
Su ministro de Exteriores, Dmytro Kuleba, y el Ministerio de Defensa pidieron a Occidente urgentemente más sistemas modernos de defensa aérea y antimisiles.
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Se trata del tercer ataque con misiles en diez días contra Zaporiyia, después del bombardeo del pasado jueves en el que murieron 20 ucranianos y de los misiles disparados el 30 de septiembre contra un convoy humanitario que se cobraron 32 vidas.
Evaluación de daños
Mientras, a 500 kilómetros al sur de Zaporiyia, buzos rusos comenzaron hoy a evaluar los daños en el puente de Crimea, que se suponía era una de las infraestructuras rusas mejor protegidas.
Putin, que estuvo informado en todo el momento sobre los acontecimientos en la península anexionada y para quien el puente sobre el estrecho de Kerch es un proyecto personal, ha convocado para el lunes una reunión del Consejo de Seguridad.
El mandatario encargó el sábado al Servicio Federal de Seguridad reforzar la protección de la infraestructura y creó una comisión gubernamental para aclarar las circunstancias de la explosión de un camión en la parte automovilística de la estructura.
La detonación provocó a su vez un gran incendio en un tren cisterna en la parte ferroviaria del puente, según la versión oficial.
Ni el Kremlin ni el Comité de Investigación o la Agencia Nacional Antiterrorista han acusado aun a Ucrania del "incidente", en el que fallecieron al menos tres personas.
Las autoridades de Crimea y algunos legisladores rusos sí han apuntado directamente a Kiev y su Servicio de Seguridad, al igual que medios ucranianos como Ukrainska Pravda o la agencia Ukrinform.
Ucrania, que nunca ha ocultado su deseo de atacar el puente, pero que ha admitido que sería difícil, ha celebrado la explosión con sorna, pero no ha admitido la autoría.
Zelenski, ironizó por la noche sobre la explosión con un mensaje de contenido meteorológico: hoy estaba "nublado en Crimea", aunque también "con calor".
"Este es un futuro sin ocupantes. En todo nuestro territorio, en particular en Crimea", subrayó.
Una logística militar impactada
Lo que ya está claro es que la capacidad de tránsito del puente sobre el estrecho de Kerch, el único que une la anexionada península ucraniana con Rusia, ha quedado mermada, según admitió hoy el gobernador de Crimea, Serguéi Aksiónov.
"Hasta nuevo aviso el tráfico en la parte automovilística del puente de Crimea se permitirá solo a vehículos ligeros. La línea ferroviaria funcionará con normalidad", escribió.
El cruce de autobuses y vehículos pesados se llevará a cabo por el transbordador Lavrenti, que ha tenido que ser enviado especialmente desde el puerto ucraniano ocupado de Mariúpol.
Pese a al transporte alternativo para material pesado, el tránsito queda ralentizado por la vía marítima.
El Ministerio de Defensa de Rusia aseguró el sábado que el suministro a las tropas en el sur, especialmente en el triángulo Zaporiyia, Krivói Rog y Mykolaiv, estaba garantizado a través del "corredor terrestre y parcialmente por transporte marítimo".
Moscú se refiere a la conexión entre Rusia y los territorios anexionados en el este y particularmente en el sur, como la lengua terrestre a orillas del mar de Azov, y Jersón, donde las tropas de Kiev han liberado más de 1.170 kilómetros cuadrados en su contraofensiva, según dijo hoy el Mando Sur.
Esta ruta logística está sin embargo mucho más expuesta por los combates.
Los analistas occidentales consideran que, si bien los daños en el puente de Crimea no afectarán al curso de la guerra, sí tendrá un impacto al menos temporal en la logística rusa.
La inteligencia británica recordó hoy que el cruce ferroviario en el puente de Crimea "ha desempeñado un papel importante a la hora de mover vehículos militares pesados al frente sur durante la invasión" rusa, por lo que "cualquier interrupción importante tendrá muy probablemente un impacto significativo en la de por sí tensada capacidad de Rusia de sostener sus fuerzas" en esta zona ucraniana.
El Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW), afirmó a su vez que la explosión "no interrumpirá de forma permanente las líneas de comunicación terrestres críticas con Crimea, pero es probable que sus consecuencias aumenten la fricción en la logística rusa durante algún tiempo".